ANDALUCÍA

Preguntar a los sabios

EN cierta ocasión un discípulo le preguntó a Heráclito: «¿Cómo se determina una crisis, maestro?». Y el sabio griego del «todo fluye, nada permanece» respondió: «Cuando el poder rehúsa extenderse sobre el futuro». Entonces, insistió el joven, «¿qué es la crisis para el que está enfrentado al poder?» Heráclito achicó sus ojos y dibujó una especie de vaga sonrisa: «Una gran bolsa de oxígeno».

| Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Así es desde el comienzo de los tiempos y así proseguirá hasta que en el universo no quede constancia del planeta tierra. Se lo preguntaron un día al Nobel José Saramago: «José, ¿cómo combate usted la vanidad de creerse un ser superior e infalible?» Y respondió el ilustre portugués: «Cómo se puede tener inclinación a la vanidad cuando la vida del planeta es limitada y nada quedará de nuestra memoria».

Se le podría preguntar a los sabios del Gobierno de España (como se dice ahora); es decir, al doctor Solbes, a Miguel Sebastián y a su propio líder, José Luís Rodríguez Zapatero, una criatura con más sentido común que prosa y más decisión que un poeta maldito.

Porque la cuestión de las cuentas del Estado, en este verano que llegó tardío, está llenando de zozobra a la ciudadanía, aunque, delatoramente, en absoluto a los banqueros. Y es que en la contemporaneidad que vivimos, un aspecto que no pasa desapercibido a la población son las dudas en la pirámide del poder. Y en este punto concreto de las dudas y los desánimos populares, es fundamental que el poder político no empiece con dudas y acertijos.

Y para ser justos hay que decir que en el Gobierno andaluz, a nivel de declaraciones al respecto, hemos detectado menos dudas y contradicciones que en el Gobierno de España. Quizá porque el licenciado Griñán es la alegría de la huerta y no le da pábulo al pesimismo ni al aburrimiento, lo cual ha sido aprovechado por Chaves para alienarse sin llamar la atención muy cerca del optimismo de Griñán, lo normal en la época, y no ha sido inconveniente, como era previsible, para que letrado Arenas, líder del PP de la tierra, haya vuelto a utilizar descalificaciones, entre lo grueso y lo popular, para el mayor regocijo de sus seguidores.

Pero hoy todos somos necesarios, incluido el incansable citado. En cualquier caso, la política necesita pasión y enfrentamientos bajo control.