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196 días de horror azulino

El Xerez acaba la jornada en el puesto decimoséptimo, a un punto del descenso y tras 28 jornadas abandona los últimos cuatro puestos de la tabla de clasificación

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El Xerez acabó la jornada fuera del descenso. 196 días, 4.704 horas, 282.240 minutos o casi diecisiete millones de interminables segundos después de meter la cabeza en lo más profundo de la tabla de clasificación se lograba dar un paso de gigante y se abandonaba uno de esos cuatro últimos puestos que llevan directamente a la Segunda División B.

Si la noche del sábado se durmió en la cama de la decimosexta posición, el resto de la semana se descansará en el decimoséptimo puesto de Segunda División. En ese escalón acabó la jornada 38, tras los resultados que dejó el día de ayer. Los azulinos debían estar pendientes, fundamentalmente, de los marcadores que se dieran en Los Pajaritos, en el Carlos Belmonte y en el Nou Estadi de Tarragona, pues el Albacete, el Alavés y el Nàstic eran los únicos equipos que podían superar a los azulinos, pero finalmente sólo los catalanes acabaron por encima del Deportivo.

El calvario ha durado 196 días y comenzó un 4 de noviembre de 2007 en Carranza, tras perder inmerecidamente un derbi contra el Cádiz. Aquel día el conjunto cadista no sólo vencía a un equipo entrenado por Antonio Méndez, sino que además, le dejaba la plaza décimo novena de la tabla de clasificación. Los amarillos le pasaban el muerto, salían del descenso a costa de unos azulinos que por aquellas fechas lo tomaban como algo circunstancial. Jugadores, técnicos, directivos o aficionados aún no sabían que pasarían un importante porcentaje de la competición entre los cuatro últimos clasificados.

De hecho, a pesar de haber logrado abandonar el vagón de cola, y por mucho que desprenda buenas sensaciones, los de Esteban tendrán que seguir sufriendo en los cuatro últimos partidos para certificar matemáticamente su salvación.

Remontada

El sábado los goles de Antoñito servían para que los azulinos durmieran tranquilamente en el decimosexto puesto de la clasificación. La cosa se ponía de cara, pero hubo que esperar hasta la jornada de ayer para certificar la salida definitiva de la zona de descenso. Es cierto que no se demoró demasiado, pues aproximadamente a las dos de la tarde los xerecistas ya sabían que acabarían la jornada lejos de la Segunda División B.

El empate entre el Numancia y el Alavés impedía que los vascos pudieran alcanzar al Deportivo en la clasificación, y por lo tanto se aseguraban un puesto entre los dieciocho primeros. El lado negativo de ese resultado lo encontraron los más previsores, pues la próxima jornada los sorianos viajarán hasta Córdoba con la resaca de la celebración por su ascenso a Primera División, y los de José aún seguirán siendo uno de los rivales directos de los azulinos.

En el Carlos Belmonte se enfrentaban dos enemigos por eludir el descenso. El mejor de los resultados para los azulinos hubiera sido un empate, pues les permitiría abrir distancia con el Albacete y el Córdoba, pero con la victoria de los hombres de José González al menos, se quedaba por encima de un Albacete que se ha hundido a costa del Córdoba. Los blanquiverdes han resucitado en el tramo final cuando ni tan siquiera ellos confiaban en la permanencia. De golpe y porrazo se han visto fuera del descenso.

El Nàstic también ha dado un golpe de efecto, pero lo cierto es que el rival tampoco se jugaba demasiado. Los catalanes se adelantaron pronto en el marcador frente al Sevilla Atlético y acabaron sumando tres puntos, que les dejan a cuatro de los deseado cincuenta.

Para los intereses azulinos hubiera sido positivo que el Eibar se llevara los tres puntos de Elche, pues de esa manera el Xerez se enfrentaría a un rival virtualmente salvado. Ahora, los vascos tratarán de certificar su permanencia la próxima jornada ante los hombres de Esteban.

sgalvan@lavozdigital.es