Obama u Clinton han cerrado el debate con un abrazo cómplice y susurros entre ambos. /AP
antes del 'súper martes'

Tono conciliador en el último 'cara a cara' entre Hillary Clinton y Barack Obama

Pese a la cordialidad del debate, los candidatos demócratas muestran sus pequeñas pero decisivas diferencias en asuntos como la salud, la inmigración o las relaciones exteriores de EEUU

LOS ANGELES Actualizado: Guardar
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Los candidatos demócratas a la Presidencia de Estados Unidos, Hillary Clinton y Barack Obama, han respondido al esperado último debate antes del 'súper martes' -22 estados celebrarán primarias demócratas y republicanas, la mayor jornada de votaciones en la historia de las primarias estadounidenses- con un tono conciliador, aunque con posturas en las que han revelado pequeñas pero decisivas diferencias en asuntos como la salud, la inmigración o las relaciones exteriores.

Tras una presentación 'made in Hollywood' ante un abarrotado Teatro Kodak, cuyas 3.500 plazas han sido ocupadas hasta la bandera, ambos contendientes mandaron mensajes de admiración hacia su compañero demócrata John Edwards, que ha abandonado esta semana la carrera electoral.

En el escenario habitual de la gala de los Oscar de la Academia, engalanado de banderas estadounidenses, Obama ha dicho que Edwards y su mujer, Elizabeth, permanecerán siendo "una voz para este partido y para este país durante muchos años". Por su parte, Clinton ha destacado de la pareja su "ejemplo de coraje y liderazgo" en su lucha por los más desfavorecidos.

Debate de guante blanco

Había mucha expectación por comprobar cómo se desarrollaría el primer cara a cara entre los buques insignia del Partido Demócrata, supervivientes de entre los ocho candidatos que se postularon. Pero, al contrario de lo que ocurrió durante el debate de la semana pasada, la lucha dialéctica en este caso ha sido de guante blanco.

"Era amigo de Hillary antes de comenzar esta campaña y lo seguiré siendo cuando acabe", ha avisado Obama, en el mismo día en el que los responsables de su campaña han anunciado que han conseguido recaudar 32 millones de dólares en el mes de enero.

Tanto Obama como Clinton han predicho que uno de los dos se convertirá en el próximo presidente de EEUU, aunque poco después han empezado a dejar claras sus diferencias.

Desavenencias

Puede que su mayor desavenencia radique en sus planteamientos sobre el plan de salud que preparan para su llegada a la Casa Blanca. Clinton pretende un plan de seguro médico para toda la población estadounidense, mientras que Obama plantea un programa para personas que no tienen seguro provisto por su empresa o empleador, y para quienes no pueden acceder a los servicios provistos por el Gobierno.

En materia de inmigración, el líder negro ha asegurado que es importante reconocer que "los problemas que los trabajadores están experimentando no son causados" principalmente por la llegada de mano de obra de otros países. "Si arreglamos nuestro sistema migratorio, entonces creo que no tendremos este problema de trabajadores indocumentados en el país".

Clinton ha reincidido en la idea de "arreglar el sistema inmigratorio". "Cuando la Cámara de Representantes aprobó el más malintencionado texto que decía que si ofrecías cualquier ayuda a un indocumentado o a alguien que estuviera aquí ilegalmente estarías cometiendo un crimen, me levanté y dije que eso hubiera criminalizado al mismo Jesucristo".

Herederos del problema de Irak

Al tratar el tema de la presencia de tropas estadounidenses en Irak, el senador por Illinois ha defendido que la idea de que EEUU "ha triunfado" en aquel territorio significa que "hemos puesto el listón muy bajo, enterrado en la arena en este momento".

La senadora por Nueva York ha deseado que "casi todas" las tropas desplegadas allí puedan estar de vuelta dentro de un año, una idea que contrasta con la defendida por John McCain, su principal rival republicano, quien recientemente dijo que, si por él fuera, permanecerían en Irak "cien años".

La esposa del ex presidente de EEUU Bill Clinton ha asegurado que la decisión del actual mandatario de la Casa Blanca, George W. Bush, de dejar "al menos 130.000 efectivos" en Irak, "es la abdicación más irresponsable de lo que debiera ser un compromiso presidencial". "Nosotros lo heredaremos".

El debate se ha cerrado con un abrazo cómplice y susurros entre ambos, ante la presencia de caras tan populares como la del alcalde de Los Ángeles, Antonio Villaraigosa; la hija de Clinton, Chelsea, o decenas de actores, incluidos Pierce Brosnan o Diane Keaton, toda una demostración del poderío demócrata en Hollywood.