CASO PERRERA | PUERTO REAL

Las jaulas de la perrera quedan vacías cinco días después de que la jueza decretase su cierre cautelar

PUERTO REAL Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Las jaulas de la perrera El Refugio de Puerto Real han quedado vacías esta mañana, varias asociaciones protectoras de animales procedentes de Málaga, La Línea y la Bahía han recogido a los 40 perros que aún permanecían en la instalación desde que la titular del juzgado numero 2 de Puerto Real dictara en un auto el cierre cautelar admitiendo indicios de maltrato animal e inhabilitando al veterinario.

En menos de tres horas las furgonetas salían de la perrera cargadas de mascotas hambrientas y en una maltrecha situación de higiene y salud. En muchos casos la desnutrición era patente, las costillas sobresalían dejándose ver tras el poco pelo que les queda. Muchos de estos 40 animales no pasarán los controles veterinarios a los que serán sometidos por las protectoras y morirán por enfermedad.

El destino de estos animales son los países bajos, las protectoras malagueñas y linenses tienen programas de adopción en Bélgica y Holanda. Los representantes de las asociaciones aseguran que mensualmente mandan alrededor de 80 animales abandonados en las calles andaluzas a familias minuciosamente seleccionadas en el extranjero. El presidente de la asociación Animal In Need, Pedro Pastelero, mostraba un álbum con las familias que ya disfrutan de mascota española en Holanda.

La presidenta de la protectora Prodean Bahía de Cádiz, María José Montero, resalta la importante labor de la directora de la perrera El Refugio que “en todo momento ha colaborado con nosotros y ha mostrado su inconformidad con las prácticas que se realizaban en su interior”. En la última semana los operarios de la perrera se han apresurado a limpiar y pintar las jaulas y el interior, aunque aún quedaban varios bidones llenos de huesos sin incinerar detrás del horno crematorio, lo que deja patente el mal funcionamiento del mismo. Montero ha informado que aún los ocho empleados dedicados a la recogida, la dirección y el mantenimiento de El Refugio desconocen cuál será su futuro.