¿Se podría haber evitado la muerte del bebé de Málaga por tos ferina?

La muerte de un bebé de 15 días ingresado por sufrir tos ferina en Málaga ha activado las alarmas en torno al incremento de casos de esta enfermedad en niños. La Junta de Andalucía descarta la existencia de un brote pero el consejero de Salud, Aquilino Alonso, reconoció el martes que su departamento analiza ya la inclusión de la vacuna contra esta enfermedad para embarazadas, lo que hubiera podido evitar la defunción del pequeño.

¿Se debe a algo la rápida reacción del titular de Salud? Pediatras malagueños consultados por ABC afirman que ya se ha pedido en varias ocasiones a la administración regional la administración de este medicamento preventivo sin que hasta la fecha se hayan dado pasos en firme.

«Aunque hay buena disposición, como demuestran las declaraciones del consejero, la política tiene sus tiempos», aducen.

El bebé ingresó el pasado 16 de octubre en la UVI del hospital Materno Infantil de Málaga. Cuatro días después, falleció al complicarse su estado. Al parecer, el ginecólogo que trataba a la madre le había aconsejado que se pusiera la vacuna para poder transmitir los anticuerpos a su hijo. Sin embargo, no la consiguió ni en farmacias ni en centros de salud. En Andalucía, la vacuna de la tosferina se administra a los bebés de dos meses (conjuntamente con el tétanos y la difteria).

Por lo tanto, hasta esa edad los niños no están inmunizados. Expertos advierten a este periódico de la proliferación de casos de esta patología por culpa de la merma en la cobertura vacunal. «Es un caso similar al del chico que murió en Olot por difteria; no porque en este caso sus padres se negaran a la vacunación, pero sí porque cada vez hay más personas vulnerables ante la negativa de otros padres o la llegada de personas de otros países sin inmunización», indican.

Lo cierto es que actualmente sí hay siete comunidades autónomas en las que la vacuna contra la tos ferina está incluida en el programa de salud de las gestantes. Se trata de Cataluña, Comunidad Valenciana, Asturias, Navarra, País Vasco, Canarias y Extremadura. En ellas, se les administra a las futuras madres entre las semanas 27 y 36 de embarazo.

De este modo, los anticuerpos que el medicamento genera en éstas pasan al feto a través de la placenta dando tiempo a inmunizarlo hasta que llegue su propia vacunación. El comité asesor de vacunas de la Asociación Española de Pediatría (AEP) se ha mostrado en varias ocasiones favorable a esta inclusión, y a que se homogeneícen los calendarios vacunales de tal manera que cada comunidad no vaya por su cuenta.

La directora general de Salud Pública y Consumo, Josefa Ruiz, ha negado que el análisis sobre la necesidad de vacunar a la madre durante el embarazo reconocido por el consejero Alonso tenga que ver con la muerte del bebé de Málaga.