A siete puntos de la mayoría absoluta

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Los populares deben recuperar en siete meses el mismo apoyo que ya han recuperado desde las europeas de mayo

La semana en la que el Partido Popular de la Comunidad Valenciana hacía pública la encuesta que le daba el 36,4% de los apoyos ciudadanos y una horquilla de 41 a 43 escaños en un trabajo elaborado por Sigma Dos se produjo un encuentro entre la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá; el presidente de la Diputación de Valencia, Alfonso Rus; y el presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, alrededor de una mesa en una distendida comida.

Los populares andan enfrascados a estas alturas, como el resto de partidos políticos, en ver la mejor estrategia para llegar al último domingo de mayo de 2015 con la mayor tasa de respaldo ciudadano posible.

Una de las principales conclusiones de ese encuentro fue que el PPCV, que ha pasado una tortuosa legislatura –como cualquier gobierno en la coyuntura actual–, está muy vivo. La confección del tripartito (PSPV, Compromís y EUPV) parecía un adversario de cuidado antes de la irrupción de Podemos pero la hidra concebida para las redes sociales que encabeza Pablo Iglesias ha dinamitado la intención de voto estabilizada en la izquierda, hasta el punto de que Esquerra Unida figura como «sufridor» para obtener representación parlamentaria.

Las estimaciones que los analistas de la dirección nacional del PP han elaborado y que Fabra compartió con sus dos comensales es que es necesario alcanzar el 43% de los votos para obtener la mayoría absoluta. Está descartado que un tripartito como el que Ximo Puig, Enric Morera y Marga Sanz ha alimentado esta legislatura sea suficiente por sí solo para gobernar. Es más, esa opción se va derrumbando a medida que pasan las semanas.

Los populares se presentan como la fuerza política que más opciones sólidas tiene de ser la más votada por los valencianos, por lo que el siguiente objetivo, después de remontar casi siete puntos desde las europeas, es ganar otros siete puntos para llegar al 43% en siete meses que serán de vértigo.

Fraccionamiento

Está muy lejos del 48% de los votos que cosecharon en las elecciones autonómicas de 2011, pero el fraccionamiento del voto por la izquierda posibilitaría con cinco puntos menos acceder a la mayoría absoluta en un parlamento que quedaría compuesto por cinco fuerzas frente a las cuatro que existen en la actualidad.

La recuperación económica que se está consolidando poco a poco juega a favor del PP que es el que también acusa con mayor severidad la adopción de las duras medidas de la reforma laboral al principio de la legislatura.

Junto a ello, las primarias que aún deben afrontar en las próximas semanas Esquerra Unida y Compromís son un desgaste extra para la oposición que vive pendiente del posicionamiento de Podemos que, en cualquier caso, considera a los miembros del tripartito «casta» con la que no pueden pactar. El PP también espera la confirmación de su candidato antes de que finalice el año.

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