Los impuestos al azúcar ya están implantados en los países escandinavos, Bélgica o México
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Reino Unido establece un impuesto a los refrescos para luchar contra la obesidad

Casi un tercio de los niños con edades comprendidas entre 2 y 15 años ya tienen sobrepeso o son obesos

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Reino Unido ha anunciado una nueva medida para frenar el sobrepeso en la región. Para ello, ha dedicido fijar un impuesto a las compañías que vendan bebidas azucaradas. Los fondos recaudados se destinarán a programas de salud escolares para niños.

La decisión se enmarca dentro de un plan para frenar el avance de la obesidad en la infancia, el cual ha sido criticado por estar considerado como demasiado débil.

El nuevo impuesto ha sido criticado, a su vez, por las compañías, quienes están molestas por el nuevo plan, ya que las obliga a reducir rápidamente la cantidad de azúcar de sus productos dirigidos a los más pequeños. Según datos oficiales, casi un tercio de los niños con edades comprendidas entre 2 y 15 años ya tienen sobrepeso o son obesos.

En un comunicado en el que se exponían los detalles de la estrategia, en la que se ha estado trabajando durante años, el subsecretario del ministro de finanzas, Jane Ellison, señaló que la obesidad le estaba costando a la Seguridad Social de Reino Unido (NHS por sus sigles en inglés) miles de millones de libras cada año.

Críticas

Los expertos en salud y los promotores de la campaña no están contentos con las medidas por considerarlas insuficientes.

Graham MacGregor, un profesor de medicina cardiovascular y presidente del «grupo de Acción frente al Azúcar» calificó la decisión de «una respuesta insultante» a la obesidad británica y la crisis de diabetes que «acabará por dejar en banca rota a la NHS a menos que se haga algo radical».

Para Gavin Partington, Director General de la Asociación de Bebidas Refrescantes Inglesas, la medida es un «impuesto de castigo» que podría «suponer la pérdida de miles de trabajos y aún así fallar a la hora de tener un impacto significativo en los niveles de obesidad».

Sara Petersson, analista nutricional en Euromonitor International, dijo que centrarse en el azúcar puede llevar a perder la atención en otros factores cruciales en la obesidad.

«Se está comenzando a dejar claro que intercambiar un ingrediente básico de un producto, o un solo nutriente en una dieta, no es ni un proceso sencillo para las compañías alimenticias ni una estrategia exitosa contra la obesidad», declaró.

El plan

El nuevo impuesto afectará a aquellas bebidas que contengan, en total, más de 5 gramos de azúcar por 100ml.

El departamento de salud del Gobierno asegura que las bebidas azucaradas son, por sí solas, la mayor fuente de azúcar para los niños. Además, consumiendo uno de estos refrescos al día, los pequeños ingieren más azúcar de la recomendada, ya que, por ejemplo, una lata de cola contiene nueve cucharillas de azúcar.

El plan espera conseguir una reducción del 20% en productos populares entre los niños, empezando por un 5% el primer año. El progreso de esta medida será revisada cada seis meses por la agencia de salud del Gobierno, la Salud Pública Inglesa.

Los fondos recaudados por el programa se destinarán a promover dietas sanas y actividad física en los colegios infantiles, explicó Nivola Blackwood, del Ministerio de Salud Pública.

Indicó, además, que a los colegios de primaria se les pediría colaboración para conseguir que los alumnos tuviesen al menos 60min de ejercicio al día.

Reino Unido no es el únido lugar donde se ha establecido un impuesto al azúcar. Bélgica, Francia, Hungría y México, cuentan también con medidas similares en bebidas a las que se les ha añadido azúcar. Los países escandinavos, a su vez, implementaron hace años impuestos muy parecidos.

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