La desigualdad sigue golpeando a la infancia

El mundo sigue siendo un lugar de injusticia y desigualdad para los niños. Éste es el mensaje que UNICEF lanza con su último informe «Para cada niño, una oportunidad» en el que recoge cifras que muestran la terrible realidad de los niños más pobres y desfavorecidos.

A pesar de los grandes logros que se han conseguido desde la adopción de la Convención sobre los Derechos del Niño en 1989, las cifras revelan el escaso avance en cuestión de marginalidad. Por ello, la Agencia de las Naciones Unidas para la Infancia insiste en la importancia de invertir en la infancia ayudando así a un colectivo tan vulnerable. Según la organización, la única manera de ofrecer una oportunidad justa a los niños que huyen de la guerra y los conflictos de Siria, Irak, Afganistán, de Sudán del Sur o de República Centroafricana es una resolución política urgente de los conflictos en sus países de origen y el apoyo humanitario. Estos niños son víctimas de circunstancias que están fuera de su control; no deben ahora ser tratados injustamente y verse obligados a afrontar nuevos obstáculos, fronteras cerradas, escuelas cerradas, hogares cerrados. Es de justicia que se les dé una oportunidad a una nueva vida.

Los principales datos que muestra el informe demuestran la gran brecha que divide a los niños de todo el mundo:

•Casi la mitad de las muertes de los niños menores de 5 años, y el 43% de los niños que no van a la escuela, viven en países afectados por conflictos y desastres naturales.

•La mitad de los 159 millones de niños que sufren desnutrición aguda grave viven en África subsahariana o en el sur de Asia.

•Más de 2.400 millones de personas aún no tienen acceso a saneamiento.

•Las niñas de las familias pobres tienen 4 veces más posibilidades que las de las familias ricas de contraer matrimonio antes de los 18 años.

•Los niños que viven en los hogares más pobres, tienen el doble de posibilidades de morir antes de los cinco años que aquellos de los hogares más ricos, y cinco veces más posibilidades de estar fuera de la escuela.

La desigualdad que existe entre los niños y sus familias en España también es una preocupación para UNICEF. Las altas tasas de riesgo de pobreza infantil, que alcanzan el 30,5%, y la reducción de la inversión en la infancia a partir de la crisis abonan un escenario en el que el riesgo de dejar atrás a una importante parte de nuestros niños y adolescentes se puede convertir en una realidad.