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Mercedes berlina clásicaVídeo: W123, probablemente el Mercedes más duro

El antecesor de la famosa Clase E, el modelo intermedio en la marca de la estrella, goza a estas alturas de una innegable reputación por fiabilidad y rendimiento. De 1975 a 1986 se fabricaron 2.696.914 unidades, un éxito sin paliativos

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«Culo pollo» -por la forma espigada de sus pilotos posteriores, que recuerdan al trasero de la cría animal-, «taliban» —en referencia a los muchos que aún circulan en recónditos espacios asiáticos de Afganistan, Líbano, Siria, Jordania, Iran o Marruecos, entre otros...— El Mercedes W123, a todos los efectos la Clase E de hace cuarenta años, comenzó su andadura a finales de 1975.

Con cientos de unidades aún en circulación, la firma de la estrella produjo de este apreciado sedán de tres volúmenes, cuatro puertas y casi 500 litros de maletero 2.696.914 unidades hasta el cese de su producción, en 1986. Y resultó clave en su estrategia comercial, además del señorial tope de gama Clase S (W116 y luego W126) y, sobre todo, del benjamin 190 (serie W201), todo un best-seller producido desde 1982 y con el que conviviría cuatro años.

Pero el W123, duro entre los duros, fue de todos el que mayores beneficios reportó. Desvelado en la ciudad de Bandol, epicentro turístico de la Riviera Francesa, llegó para relevar a los fiables pero veteranos Mercedes /8 ó W114/W115, modelos de calidad y gran éxito de ventas que, sin embargo, databan del lejano 1968. Con todo, aún se mantuvieron un año más en el mercado con el recién llegado.

Mercedes W123, antecesor del primer Clase E
Mercedes W123, antecesor del primer Clase E

Pero el Mercedes-Benz W123 superaba en todo a su antecesor, ya fuera por innovación como, sobre todo, en seguridad. Y eso que algunos de sus elementos técnicos procedían del coche más veterano.

Para hacerse a la idea, se dotaba de frenos de disco en las cuatro ruedas, dese 1980 hasta con sistema antibloqueo ABS. Carrocería reforzada con zonas de deformación programada y tanque de combustible inserto en la estructura del vehículo -lo protegía mejor en caso de choque fuerte- eran otros destacados de su robusta estructura.

Versión familiar T del Mercedes W123
Versión familiar T del Mercedes W123

La cosa no acababa ahí, pues si bien a estas alturas puedan parecer irrisorios, dispositivos inéditos en la época también formaron parte del antecesor de la saga E. Por ejemplo, los faros ajustables desde el interior -un sistema de nivelación al alcance de la mano para compensar la carga soportada en la zaga-, luz antiniebla incorporada en los pilotos traseros, parabrisas bicapa laminado de seguridad, columna de dirección colapsable en caso de golpe frontal (sin precedentes en la época, evitaba mayores daños en los brazos y manos del conductor), cierre centralizado para todas las puertas -incluidos el maletero y la tapa del depósito de combustible-, retrovisor con regulación eléctrica en el alejado flanco del acompañante...

Cuadro de mandos del W123
Cuadro de mandos del W123

Desde luego el coche, de excelente guarnecido interior y con una gruesa moqueta que cubría hasta el maletero, ya contaba con un extenso listado de extras para configurarlo a placer. Entre ellos, techo solar abatible de forma eléctrica o tapizado integral de cuero. Llegaría incluso a contar con airbag para el conductor, tras su estreno en el Mercedes Clase S W116.

Aire acondicionado con climatizador individual para conductor y acompañante, control de velocidad de crucero, ventanillas eléctricas según versiones hasta de serie... En la faceta mecánica, una de las que mejor reputación le han permitido, recibió, por ejemplo, un bloque de gasolina de 6 cilindros en línea y 2.550 centímetros cúbicos que rendía 140 CV.

Zaga de uno de los primeros W123, en versión 230E
Zaga de uno de los primeros W123, en versión 230E

Junto á el, otros de inyección electrónica, como el de la versión tope de gama 280E de 185 CV, y desde 1980 el 230E de 136 CV, que aquilataba consumo sobremanera. Como anécdota, el hoy preparador oficial de la marca AMG ultimó, sobre la base del 280E (AMG 280E), una variante (bajo estas líneas) elevada a 212 CV que pasaba de 0 a 100 km/h en 8,9 segundos. Además, bajaba y endurecía chasis, variaba estética e incluso calzaba ruedas sensiblemente más anchas.

W123 AMG 280E
W123 AMG 280E

Pero el W123 fue aún más codiciado en diésel, campo donde la marca siempre ha despuntado y que en el caso de este modelo dio lugar a una gran variedad de potencias de la mano de la serie de propulsores OM 621: desde los humildes 55 CV de la versión 200D a los solventes 125 CV que erogaba el 300D turbodiesel, sobre todo comercializado en el mercado estadounidense. Sobresaliente fue el 300D de cinco cilindros, antes alojado en el vano motor de su antecesor W114: un «irrompible» 3.0 OM 617 que daba 87 CV/169 Nm.

Según versiones, el cambio era manual, de cuatro marchas, con la quinta en opción. Desde 1981 se incorporó la alternativa automática (con la palanca en el piso, y no en el volante como sucedía en el W114), incluso para los diésel.

W123 T
W123 T

Hay que resaltar que el W123 fue el primer Mercedes en sumar una versión familiar diseñada y fabricada por la marca. Presentada en septiembre de 1977 en el Salón de Frankfurt, se denominó T (por Touring) y simbolizaba una apuesta clara por la capacidad y la versatilidad que, sin embargo, no dejaba de lado los esperados lujo y estatus del modelo. Es más, con aquel coche el fabricante se anticipó a la competencia de BMW y encaró a los Volvo 240/245 Estate que gozaban del favor norteamericano.

Y es que la oferta del W123 de Mercedes (4,73 metros de largo y tracción trasera) fue siempre numerosa, también en cuanto a declinaciones de carrocería: además de la berlina de cuatro puertas y 5 plazas, añadió el citado T familiar de 5 e incluso 7 asientos -con dos pequeños asientos en el maletero, situados en posición inversa a la marcha, para niños o chavales- y, en particular, el coupé CE presentado en marzo de 1977 en el Salón de Ginebra.

W123 CE
W123 CE

Éste era un poco más corto (4,64 metros) y bajo (1,40 metros por los 1,44 metros del sedán y los 1,47 metros que lucía el W123 T), lo que le procurba una línea general más dinámica. Para el mercado estadounidense lo hubo hasta diésel, todo un avance en la época.

Versión limusina del W123, junto al sedán original
Versión limusina del W123, junto al sedán original

Por lo demás, hubo desde W123 limusinas de 7 u 8 plazas, nada menos que 62 cm más largas de batalla, hasta singularidades llegadas de la mano de especialistas, como limusinas de 6 puertas (tres a cada lado), versiones descapotables derivadas del W123 CE, conversiones a coche fúnebre, ambulancias -muy populares en Alemania y Austria-, vehículos destinados al servicio de bomberos...

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