Sara Carbonero se vio obligada a cancelar la fiesta de Halloween

Se las prometía muy felices Sara Carbonero para celebrar una fiesta de Halloween en su casa de Oporto, con vistas al Océano Atlántico. Hasta la calabaza estaba preparada, con el objetivo de hacer sonreír a sus hijos Martín y Lucas. Pero el otoño ya está aquí, y con él la llegada de los primeros brotes de fiebre y gripe. De manera que no hubo solución: la estilosa periodista se vio obligada a cancelar la peculiar velada en tono familiar.

Ella misma lo anunció con cierto pesar en las redes sociales, pues difundió inmediatamente una fotografía en la que podían verse un termómetro, varias medicinas y, cómo no, la típica calabaza. « Este bodegón sí que da miedo.

Los virus han llegado a casa para quedarse, así que este año no podemos celebrar la noche de Halloween como nos gustaría», declara resignada.

No duda, claro está, en desempeñar su papel apaciguador para que los pequeños pasen el trance lo mejor posible, por lo que su primera fiesta de este tipo con los cuatro en casa tendrá que esperar al año que viene. «Toca sesión de sofá, manta y muchos mimos para todos», añadió con su característico talante positivo y una apuesta por el remedio del cariño en su lujoso domicilio de Foz, en las proximidades de Matosinhos y no lejos de la Avenida da Boavista, donde se concentran las tiendas más exclusivas de Oporto.

No falta el uso de ‘hashtags’ alusivos, tan de su agrado cuando se desahoga en las redes. En este caso, se sirvió de cuatro: #quémalsepasacuandosontanpequeños, #teníamostodopreparado, #otroañoserá y #LeydeMurphyquémalmecaes

En fecha tan señalada, Sara no quiso limitarse a mostrar su decepción por suspender el divertido encuentro. También compartió el siguiente mensaje: «Sólo muere lo que se olvida», en referencia a que están muy vivos en su corazón sus abuelos Santos Arévalo y Presentación García, cuya presencia sigue echando de menos. «No os olvidamos», manifestó.

Mientras tanto, Íker Casillas tuvo que volver a concentrarse con el Oporto, dado que le aguardaba un partido importante en el Estadio do Dragao frente al Brujas.