Nicolás de Grecia, el sobrino artista de Doña Sofía

El Rey Juan Carlos lo introdujo en la fotografía. Ahora expone sus obras en una feria de Doha

MADRID Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

La joven jequesa Al Mayassa bint Hamad bin Khalifa Al-Thani, hermana del emir de Qatar, ha convertido Doha en la capital internacional del arte. Al menos durante estos días, en los que la princesa preside el foro «Art for Tomorrow». Al-Thani, a la que la influyente revista «Art Review» considera la mujer más poderosa del mundo del arte, ha reunido en el hotel W a leyendas vivas como Marina Abramovic, Jeff Koons o Jean Nouvel. En la planta 29 de ese hotel ha montado un laboratorio en el que ocho artistas experimentales exponen sus obras bajo la consigna «Tecnología y creatividad». Uno de los elegidos es Nicolás de Grecia y Dinamarca, sobrino carnal de los Reyes Juan Carlos y Sofía.

El príncipe Nicolás, de 46 años, hijo de Constantino de Grecia y Ana María de Dinamarca, comenzó a tomar fotografías alentado por su tío Don Juan Carlos, todo un fotógrafo aficionado. «Él utilizaba objetivos para hacer excelentes fotos espontáneas de la gente», reveló hace unos días el sobrino del Rey emérito en una entrevista a la web «Yatzer». Inspirado por su regio pariente, Nicolás se dedicó durante muchos años a inmortalizar a su familia y amigos en escenas cotidianas. Sin embargo, durante una travesía en canoa por Bangkok perdió sus equipos y tardó más de quince años en redescubrir su pasión. Lo hizo con la ayuda de su mujer, la bella heredera venezolana Tatiana Blatnik, quien hace unos años le regaló una cámara nueva.

A diferencia del Rey Juan Carlos, su sobrino prefiere capturar paisajes. «Las personas tienen sus opiniones y se quejan si enseñas sus arrugas. Con la naturaleza no hay quejas, lo que ves es lo que hay», dice. La mayoría de esas imágenes han sido tomadas en Grecia, país que adoptó como su hogar en 2013 después de una vida en el exilio (su padre tuvo que refugiarse en Londres tras ser destronado en 1974). «En Grecia la luz es fantástica y única durante todo el año», señala el aristócrata, que ejerció como secretario de su padre durante una larga temporada y ahora trabaja en el sector financiero en Atenas.

Desde su retorno al que fuera el reino de su padre, Nicolás colabora con Symplefsi, una ONG que brinda asistencia sanitaria a los habitantes de las islas más remotas del Egeo. En uno de esos viajes solidarios a bordo de una embarcación pudo capturar la escena marítima que ahora expone en Doha: tres versiones de un mismo punto perdido entre las islas de Arki y Lipsi, muy cerca de Turquía.

Postales con música

Lo insólito es que cada «postal» funciona como un altavoz: las fotos han sido impresas sobre láminas de aluminio (un excelente conductor del sonido) y gracias a la tecnología de Soundwall, una empresa especializada en dispositivos electrónicos que reproducen música a través de piezas artísticas, las imágenes emiten ondas que evocan la melodía del mar, transportando al espectador hasta el mismísimo Egeo.

En el mes de noviembre, Nicolás hizo una primera presentación de sus obras en la casa de subastas Christie’s de Londres, pero su presencia en el foro de Doha es su puesta de largo como artista y ante los críticos de arte más exigentes del mundo. Gracias a la jequesa Al-Thani, «popes» como Wim Pijbes, director del Rijksmuseum de Ámsterdam; Marc Spiegler, director de Art Basel, y Martin Roth, director del Victoria and Albert de Londres, ya han podido descubrir las fotos musicales del príncipe griego.

Ver los comentarios