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María José Campanario y Jesulín de Ubrique (imagen de archivo) - GTRES

María José Campanario, ingresada en un hospital psiquiátrico

Según Kiko Hernández, colaborador del programa «Sálvame», la mujer de Jesulín de Ubrique se encuentra internada en la Clínica El Seranil

MADRID Actualizado: Guardar
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Tras todos los achaques físicos, María José Campanario ha tenido que ser ingresada en un centro psiquiátrico, concretamente en la Clínica El Seranil, situada en Benajarafe, Málaga, según ha apuntado Kiko Hernández durante su intervención en el programa «Sálvame». Se desconocen por el momento los motivos exactos de su ingreso, aunque todo apunta a podría ser una consecuencia de la fibromialgia que padece que, entre otras síntomas, puede originar depresión.

«He recibido ocho mensajes de personas que la han visto en la clínica. Como es muy difícil contrastar este tipo de informaciones, he decidido llamar al centro para preguntar por esta persona y la respuesta ha sido la siguiente: 'Ahora mismo está durmiendo. Llame a las cuatro'», ha confesado el colaborador del programa esta misma tarde.

Lo cierto es que María José Campanario no pasa por su mejor momento. La mujer de Jesulín de Ubrique ha tenido que ser ingresada en varias ocasiones por la fibromialgia que padece. Pese a que hace tan solo unas semanas, la odontóloga anunciaba su intención de renovar los votos con su marido para festejar sus 15 años de casados, la alegría no le duró mucho.

El torero confirmó que la reboda quedaba aplazada. ¿La razón? Una nueva recaída. Campanario sufría hace unas semanas un nuevo achaque y se encontraba de baja, por lo que vieron necesario posponer la ceremonia que estaba prevista para el próximo 15 de julio. «Tiene que recuperarse de la última crisis, por eso dejamos la celebración», dijo el diestro para la revista «Diez minutos».

Para ella está siendo muy duro. En el último año ha tenido que ingresar en el hospital hasta en cinco ocasiones. Lleva doce años luchando contra la enfermedad. «Tengo que ingresar cuando ya no puedo soportar el dolor de mil cuchillos sobre mi cuerpo», contó. Ha tardado mucho en saber que la padecía, ya que es una enfermedad de difícil diagnóstico y sin cura. «Las enfermedades reumáticas son complicadas, y básicamente lo que hacen cuando tengo una crisis es paliar el dolor», aseguró a la vez que contó que el mayor problema es que es intolerante a un «abanico muy amplio de analgésicos».

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