El PSdeG apoya el cupo para Galicia pero su candidato lo rechaza por nocivo

El grupo parlamentario socialista dio su voto afirmativo a la proposición de ley del BNG para que Galicia cuente con un concierto económico similar al de Navarra y el País Vasco mediante el cual la Comunidad gestione todos los tributos y compense al Estado por los servicios prestados. El sentido del voto se convirtió en la noticia política del día al contradecir las instrucciones de la dirección federal del PSOE. Incluso la propia exposición del diputado Carlos González Santín desde la tribuna del hemiciclo se transformó en una enmienda de sustitución a la petición nacionalista. Sin embargo, la dirección del grupo comunicó que la decisión era inapelable y había sido tomada por la cúpula del partido. Y aunque resulte chocante, horas más tarde el candidato socialista a la presidencia, Xaquín Fernández Leiceaga, aseguró que «el concierto económico es una fórmula que perjudica gravemente a Galicia» y señaló que su partido no cambió de opinión en ese sentido.

«Defendemos una reforma del sistema de financiación autonómica sobre nuevas bases», precisó, al tiempo que advirtió de que esa fórmula «pondría en cuestión la estabilidad financiera de la Xunta de forma grave».

La decisión de la gestora

Todo sucedió a primera hora de la mañana. Sin hacer ruido, González Santín sale a la tribuna y califica la proposición nacionalista de «inconstitucional y antiestatutaria» y «muy perjudicial en términos económicos». El diputado explicó que si la Hacienda gallega recaudase todos los impuestos «tendríamos con toda probabilidad una menor financiación». De seguir su guión original, al que ha tenido acceso ABC, el portavoz concluiría: «Por todo lo expuesto entendemos que no procede tan siquiera la toma en consideración de esta proposición de ley». Sin embargo, el diario de sesiones recoge la justificación favorable del grupo socialista:«Se trata de una toma en consideración y votamos sí».

El revuelo provocó que desde la dirección del grupo se hiciese llegar a los medios que existe la decisión de favorecer la tramitación de las iniciativas de la oposición. Incluso el candidato socialista, Xaquín Fernández Leiceaga, aseguró que «no era una decisión sobre el fondo ya que, de ser así, sería equivocada». «Se trata de facilitar que pueda discutirse una iniciativa de otro grupo en el Parlamento», dijo. No obstante, el argumento esgrimido por la dirección del grupo no se sostiene en la praxis parlamentaria. En este sentido, el 8 de abril de 2014 los socialistas rechazaron una proposición nacionalista sobre «consultas populares» y no facilitaron su discusión en el pleno.

El despiste generado por la decisión de la dirección estuvo a punto de hacer estallar la primera crisis en el seno del grupo socialista. Según pudo confirmar ABC, algunos diputados valoraron la posibilidad de romper la disciplina de voto para situarse contra la decisión de la gestora de secundar una iniciativa «lesiva» para los intereses de la Comunidad.

Por otro lado, el comportamiento de la bancada socialista provocó la reacción de la oposición popular. El portavoz Pedro Puy puso de relieve las contradicciones en el discurso socialista y añadió que «el BNG hace las cuentas de la vieja y olvida las inversiones del Estado». También reprochó el apoyo nacionalista al pacto fiscal de Cataluña que quitaría a Galicia de «570 a 78 millones de euros al año».