Fotos. ABC / ICAL
Sociedad

Escuelas para salvar pueblos

Varios municipios de Castilla y León luchan por mantener o reabrir sus centros escolares para retener así población y garantizar su futuro

Valladolid Actualizado: Guardar
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Todo está listo, las aulas se han reformado, incluso se ha incorporado un nuevo sistema de calefacción, pero la escuela hace treinta años que mantiene sus puertas cerradas. Tras la búsqueda de varias familias con niños, el próximo curso será, si la Junta lo concede, el de la reapertura del colegio en la localidad palentina de Tabanera de Cerrato, de 147 habitantes. Y es que ya cuentan con los cuatro alumnos dispuestos a matricularse y garantizan la continuidad, un requisito indispensable que les exige el Gobierno regional.

En los últimos años ha aumentado ligeramente su número de vecinos y, en una Comunidad que padece un serio problema de despoblación, han conseguido además que se asienten en la localidad varios jóvenes.

Pese a ese «empujón» al censo, los habitantes en edad escolar aún tienen que trasladarse desde los tres años a Torquemada, a unos 40 kilómetros del municipio.

En Castilla y León son treinta centros que agrupan a unas 233 localidades las que tienen entre cuatro y ocho alumnos en sus aulas

Es por eso que en Tabanera quieren asegurar su futuro y recuperar su escuela. Así que se han puesto manos a la obra y han hecho un llamamiento para captar familias que quieran trasladarse a la localidad e instalarse en las dos viviendas sociales que se han rehabilitado con ayuda de la Junta. Han recibido más de 15 solicitudes y una de ellas ya está adjudicada a una pareja que tiene tres niños. Para la otra están cerrando ya el proceso de selección.

Se han esmerado para cumplir con las exigencias técnicas marcadas por la Junta para el edificio que acoge el colegio y ya han registrado la solicitud para la reapertura. «Trabajo, desgraciadamente, no podemos ofrecer», lamenta la alcaldesa, María Luz Íscar, aunque recuerda que sí cuentan con medidas de apoyo al emprendimiento femenino «para respaldar cualquier proyecto».

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Para la localidad palentina, reabrir la escuela sería un «paso hacia adelante», asegura la regidora. Una profesora interina está ya dispuesta a encargarse de la enseñanza y la disposición del Ayuntamiento para hacer un «esfuerzo con fondos municipales» para encargarse del equipamiento también está sobre la mesa. «O nos conceden el colegio o la gente que queda se va a marchar y el trabajo realizado en los últimos dos años para atraer población no habrá servido para nada», relata.

El caso de Tabanera de Cerrato no es el único. Y es que raro es el año en que algún municipio castellano y leonés no ofrece empleo, residencia o todo lo que esté en su mano para poder mantener el colegio abierto. Muchos pueblos son conscientes de que contar con una escuela es vital para su supervivencia. En total son 30 centros que agrupan a unas 233 localidades los que tienen entre cuatro y diez alumnos en colegios rurales agrupados (CRA), aulas unitarias o CRA con una única cabecera, entre otras modalidades. Son 22 aulas las que tienen sólo cuatro estudiantes.

Para los municipios más pequeños de Castilla y León mantener la escuela abierta es una «garantía de futuro», según explican varios alcaldes

Ésta es la época en que los padres deben decidir en qué colegios matricular a sus hijos -tienen de plazo hasta el 5 de abril para hacer su lista de preferencias, aunque no será hasta junio cuando conozcan definitivamente donde poseen la plaza- y por eso los pequeños municipios se han lanzado ya a buscar a las familias que les permitan mantener sus aulas abiertas y aportar a las localidades la «alegría» que siempre dan los más pequeños.

La localidad berciana de Sancedo, en León y con 565 habitantes, ha trabajado durante los últimos meses en poner a punto una vivienda para acoger a una familia. Fueron siete las interesadas, pero únicamente dos las que cumplieron los requisitos que marcó el Ayuntamiento. Hace dos semanas ya se adjudicó a sus nuevos propietarios mediante cesión gratuita, una pareja con cinco niños en edad escolar que aportará también estabilidad a la escuela.

«Esperanza de futuro»

Será el 1 de julio cuando puedan empezar a ocuparla, explicó el alcalde del municipio, Marcos Álvarez, quien se muestra muy satisfecho por haber podido conservar de esta forma dos aulas y dos profesores en su pueblo.

«El problema que teníamos era que el colegio se iba a quedar con un sólo aula y con un docente para alumnos de 3 a 12 años», explica el regidor. Si la situación llegaba a ese punto, muchas familias optarían por trasladarse a Ponferrada -a veinte minutos en coche- con una bajada en el padrón importante para el municipio.

El logro conseguido supone «tener una esperanza de futuro» para el pueblo destaca su alcalde, porque en el momento que los chicos salen fuera comienza el «desarraigo».

Uno de los casos más mediáticos fue el de Yanguas (Soria). El municipio, de unos 120 habitantes, hizo un llamamiento para poder reabrir la escuela tras 33 años cerrada. Ofrecían una residencia y un trabajo y fue un programa de televisión el que se encargó de la reforma del domicilio. Hasta el municipio soriano llegó una familia procedente de Madrid con siete hijos que permitió reabrir las puertas del colegio en 2003. Hoy en día han conseguido atraer a más población y el centro cuenta con dos profesores. Así será en 4 o 5 años, según la previsión de su alcalde, José Rico. «Es el futuro para el pueblo», recalca el regidor, satisfecho por haber puesto de nuevo en pie la escuela que aporta «vida y alegría» a todos los habitantes.

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El nombre de Cilleruelo de Abajo, una pequeña localidad de Burgos próxima a Lerma, saltó a los medios de comunicación el pasado mes de enero. Su escuela contaba con cuatro alumnos al inicio de este ciclo escolar, pero todas las alarmas se encendieron cuando dos de los estudiantes y sus padres tuvieron que trasladarse a otra localidad por motivos laborales. La Junta decidió entonces que el colegio tenía que cerrar -cuatro alumnos es el mínimo exigido-, aunque fuese a mitad de curso. El pueblo se movilizó con su alcaldesa, Sonia Aragón, a la cabeza y Educación fue sensible a su demanda al conceder que el centro se mantuviese abierto al menos hasta finalizar este curso escolar.

Ahora, todo su empeño es poder recuperar a esos dos alumnos u otros más para mantener la escuela y dotar de futuro al colegio y al municipio. Desde el Ayuntamiento se ha trabajado rápido en la elaboración de un plan para luchar contra la despoblación mediante el que se establecen diferentes cuantías de ayudas a la natalidad o a la creación de puestos de trabajo, dotadas todas ellas con fondos propios, para familias y empresas que decidan asentarse en su municipio.

El documento se publicará en breve para que los ciudadanos puedan conocerlo, según la alcaldesa, Sonia Aragón. «Si no hay nadie que tire en el futuro del pueblo, desaparecerá», lamenta.

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