La economía frena su avance en el primer trimestre

La economía de Castilla y León ha comenzado el año en positivo, con un nuevo crecimiento, pero algo más ralentizado que el pasado. Un 2,5% avanzó el PIB (Producto Interior Brutos) regional entre enero y marzo respecto al mismo periodo del año anterior, lo que supone un ligero frenazo de cuatro décimas respecto al avance interanual del trimestre anterior y un punto menos que la evolución del arranque de 2016. Fundamentalmente la sequía, pero también otros fenómenos meteorológicos como las heladas y el granizo, han tenido un impacto negativo especialmente en la agricultura, de modo que el sector primario ha supuesto ya un «lastre» para la economía de la Comunidad, según ha reconocido la consejera de Economía y Hacienda, Pilar del Olmo, al presentar los datos de la contabilidad regional del primer trimestre.

Es, sin duda, el sector con un peor comportamiento. El sector primario cayó un 6,1% en este periodo en contraposición después de haber cerrado las últimas estadísticas en positivo. Lo hizo, sobre todo, lastrado por el «importante decrecimiento» de la producción agrícola que no pudo compensar el «moderado aumento» de la ganadera. También restaron los productos energéticos (-7,5%), aunque la aportación positiva de los productos industriales (1,9) permitió a la industria no cerrar en números rojos, aunque a un ritmo menor que en periodos previos. Por contra, también en el lado de la oferta, la construcción los servicios avanzaron de forma positiva.

En cuanto a la demanda, la interna sigue aportando en positivo, mientras que la externa no sale del negativo. En el primer caso, sobresale el menor crecimiento del consumo final de los hogares a la vez que aumentó el de las administraciones públicas.

Como resultado, la creación de 28.847 puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo, un 2,9% más, un dato que ha destacado especialmente Del Olmo, para quien, por ahora, «no es preocupante» la desaceleración de la economía de Castilla y León en el primer trimestre.