ROBER SOLSONA

Exministros de UCD, PP y PSOE piden ya un gobierno que pare la desconexión catalana

Los exministros alertan de que una demora o nuevas elecciones agudizará el desafío

Madrid Actualizado: Guardar
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«Nunca he tenido una preocupación más grande, ni al principio de la Transición, cuando estuve en los cinco primeros gobiernos...». Quien así habla es Marcelino Oreja, presidente de la Fundación «España Constitucional», que ha hecho pública su honda inquietud ante la situación política en un comunicado muy enfocado al desafío independentista de Cataluña, que ABC reproduce bajo estas líneas.

Se trata de un escrito fruto de la reflexión y de la responsabilidad, de máximo significado en tanto refleja el sentir de casi cuarenta exministros de la Democracia pertenecientes a UCD, PSOE y PP que, más allá de sus diferencias ideológicas, coinciden en la necesidad urgente de un Gobierno de amplio respaldo «por encima de ambiciones personales», que deberá estar formado por «dos o más partidos constitucionalistas» capaces de garantizar la unidad de España.

Entre las fórmulas posibles, solo se menciona expresamente una: «la vía de una gran coalición».

No a nuevas elecciones

Pero de demorarse la composición del nuevo gobierno, o en caso de repetición de elecciones, la Fundación avisa de que existe el riesgo de un deterioro de la situación económica y de que «el proceso de desconexión catalán» se agudice, toda vez que el nuevo Parlament se ha propuesto la independencia en 18 meses.

Por ello, a juicio de este colectivo, el Ejecutivo que se frague deberá tener «un programa concreto y firmado» una de cuyas misiones principales tendrá que ser «enviar una señal inequívoca a los independentistas de que su aventura fracasará y se hará imposible, sin descartar medida alguna constitucional».

Creada en 2014 por iniciativa de los exministros Eduardo Zaplana y José Bono, la Fundación España Constitucional es un foro consagrado a poner en valor las raíces compartidas por los españoles el ámbito histórico y cultural con el objetivo de reforzar la cohesión a través de la Constitución y sus instituciones.

Sus miembros acostumbran a reunirse una vez al mes en el madrileño Centro de Estudios Constitucionales, pero últimamente se encuentran todas las semanas, acuciados por esa preocupación que menciona Marcelino Oreja y que han reflejado en un texto valiente, en el que apuestan de manera abierta por la reforma de la Carta Magna, y dentro de ella, de la sucesión a la Corona y el Título VIII. Lo hacen, no obstante, con la delimitación por delante de que tal modificación tendrá que abordarse «por consenso» y en el marco de una Comisión con un mandato de 24 meses, cuya creación deberá estar prevista en el pacto de gobierno que se alcance en España. Explicado de otra manera, defienden que no se rasgue la Ley Fundamental de 1978, pero que se tenga claro desde el inicio qué se quiere reformar.

Sin prejuzgar

«Nuestra convicción es que la Constitución del 78 debe ser mantenida en su concepto y valores esenciales, lo que no es obstáculo para su reforma», dice el comunicado, detrás del que se traslucen reparos contra los nacionalistas y también ante Podemos.

«No quiero prejuzgar, pero sí queremos saber qué quieren al final... no queremos excluir a nadie que respete las reglas básicas», comenta Oreja, que no oculta, sin embargo, su rechazo a la iniciativa concreta lanzada la pasada semana por Pablo Iglesias de crear un «ministerio de plurinacionalidad». «Eso es una broma de mal gusto... la unidad de España es absolutamente innegociable», zanja.

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