Inmediaciones del domicilio de Maura en el momento de colocar su ataúd en el coche fúnebre; 1925
Inmediaciones del domicilio de Maura en el momento de colocar su ataúd en el coche fúnebre; 1925 - portela
anécdotas históricas del congreso

Maura y la necesidad de poner la otra mejilla en la Armada

El recto político mallorquín no dudaba en tirar de ironía en sus réplicas tanto en temas militares como presupuestarios

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

El mallorquín Antonio Maura ha sido uno de los mayores estadísticas de la historia de España. Fue cinco veces presidente de su gobierno, luchando siempre contra el caciquismo y por la regeneración de la política, lo que le hizo ganarse muy duros enemigos. Era recto e inflexible con lo que creía justo. Pero también tenía sentido del humor y capacidad para ponerle sonrisas a situaciones complicadas.

Así ocurrió por ejemplo el día en que combatía en el Congreso el presupuesto presentado por el gobierno de Romanones. Se paró a analizar más pormenorizadamente una partida en concreto, por valor de 17 millones de pesetas, cuyo destino no terminaba de ver claro. «Veamos qué va a ser de esos 17 millones, aunque no sea más que para despedirnos de ellos», dijo con ironía.

En otra ocasión, en el año 1890, Maura hacía una defensa encendida en su discurso de la necesidad de dotar a España de una flota adecuada. Era una de sus preocupaciones y de sus objetivos. Y en el día de autos, pasaba revista al estado de los buques de la Marina española, que definía como «indefensos e incapaces de hacer frente a un enemigo, aunque sea inferior, y en cambio carísimos para el país». Se refirió en concreto a uno de los barcos, el «Reina Regente», del que dijo con mucho humor: «Ese buque sólo puede pelear arbolando por insignia el Evangelio, esto es, pidiendo al enemigo que cuando de él reciba daño en un costado, presente el otro, como el buen cristiano la segunda mejilla; porque , si no es manso y contesta a la agresión, se acabó el Reina Regente».

Ver los comentarios