La candidata demócrata Hillary Clinton durante un discurso
La candidata demócrata Hillary Clinton durante un discurso - AFP

Clinton barre a Sanders y llega en posición de fuerza a la cita del Supermartes

Convence a la minoría negra y ya mira a Trump como rival para la presidencia

CORRESPONSAL EN NUEVA YORK Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Hay momentos que se recuerdan como un punto de inflexión en la carrera a la Casa Blanca, y las primarias demócratas de este fin de semana en Carolina del Sur podría ser uno de ellos. La candidata demócrata favorita, Hillary Clinton, aupada por el voto de la minoría negra, se impuso por un amplio margen a Bernie Sanders. En las primarias demócratas —y también en la futura elección general— el apoyo de las minorías raciales es clave. Si el resultado en Carolina de Sur significa que Clinton, que ha sabido envolverse en la bandera del presidente Barack Obama, ha convencido a los negros e hispanos del país, su carrera por la nominación demócrata irá cuesta abajo.

Clinton arrasó en la votación de este sábado, con cerca del 74 por ciento de los sufragios.

Es un espaldarazo inapelable para su candidatura, que había comenzado con titubeos: Sanders refrendó que era una opción consistente en New Hampshire, donde derrotó con claridad a Hillary, que se impuso después en Nevada; en el arranque en Iowa, la ex secretaria de Estado ganó por la mínima. Con estos resultados, Clinton y Sanders llegaban a Carolina del Sur desde una posición que algunos analistas calificaban de empate técnico.

La victoria del pasado sábado otorga treinta y nueve delegados a Clinton y catorce para Sanders. Pero más que por el número de delegados, el resultado en Carolina del Sur es el empujón político y anímico que necesitaba la candidatura de Clinton en la previa del Supermartes, que se celebra mañana, y en el que se repartirán ochocientos ochenta delegados en primarias en once estados. Entre ellos hay varios estados sureños, con mucha presencia de demócratas negros, en los que el resultado para Clinton podría ser tan apabullante como en Carolina del Sur.

La victoria reivindica a Hillary Clinton, que perdió aquí en 2008 con Obama con una diferencia de 29 puntos y ahora ella le ha sacado 47,5 puntos a Sanders. En aquellas elecciones, Barack Obama adelantó a Hillary Clinton por primera vez en número de delegados y, aunque la batalla de las primarias se alargó durante meses, el actual presidente ya no se descolgó del liderato.

El electorado negro de Carolina del Sur, que se volcó con Obama en 2008, ahora ha dado su respaldo, incluso ampliado, a Clinton. La candidata no se ha cansado de alabar los mandatos de Obama en los mítines políticos y de defender al que fuera su jefe en la Casa Blanca en los debates con Bernie Sanders. Es miel para los oídos del votante demócrata de la minoría negra, sobre todo para los más mayores en edad. Seis de cada diez votantes en Carolina del Sur este sábado eran negros, y Clinton consiguió el 86 por ciento de su apoyo, frente al 14 por ciento de Sanders. Hace ocho años, Obama logró el 78 por ciento.

Abusos policiales

«Esta noche hemos dado el empujón a Hillary Clinton en su carrera a la Casa Blanca», proclamó en la celebración de los resultados James Clyburn, diputado de la Cámara de Representantes y el demócrata negro más influyente de Carolina del Sur. En su discurso de agradecimiento, en el que los seguidores de Hillary Clinton coreaban las consignas más famosas de la campaña de Obama en 2008, la favorita demócrata hizo muchas referencias a temas raciales, desde los abusos policiales contra jóvenes afroamericanos al escándalo del agua contaminada en Flint (Michigan).

Pero también aprovechó el viento a favor de su victoria contundente para mirar más allá de las primarias y presentarse como la candidata capaz de hacer frente a Donald Trump, que también cimenta de día en día su liderato en el bando republicano, y ganar en las elecciones presidenciales de otoño. «¡Mañana, esta campaña será nacional!», celebró Clinton y dejó un par de referencias sobre el multimillonario republicano, aunque sin citar su nombre.

Dijo que Estados Unidos necesita más «amor y bondad» al referirse al texto bíblico de la primera carta a los Corintios (Trump se equivocó recientemente en una cita de la segunda carta a los Corintios). Y, haciendo eco del lema que el multimillonario repite sin cesar, aseguró que «a pesar de lo que oís, no necesitamos hacer a América grande otra vez. América nunca ha dejado de ser grande».

«La campaña está empezando. Nosotros obtuvimos una victoria decisiva en New Hampshire. Ella lo ha hecho en Carolina del Sur», reaccionó Bernie Sanders ante la derrota con un comunicado. En un mitin posterior a los resultados celebrado en Minnesota —uno de los estados en liza el Supermartes—, Sanders prefirió centrarse en repetir su discurso sobre «los asuntos que importan» y de los que «ni el Congreso ni los medios de comunicación quieren hablar», como el creciente número de gente mayor y veteranos que apenas llegan a fin de mes.

Sanders intentó convencer a los votantes negros, que, por el momento, le dan la espalda: «Mi campaña escucha a la comunidad afroamericana», aseguró. «Y lo que están preguntando es: ¿cómo es posible que en este país, el más rico de la historia, tengamos más gente en la cárcel que cualquier otro país del planeta? Juntos vamos a luchar contra el racismo institucionalizado y contra un sistema penal en quiebra».

El esfuerzo de Sanders

El candidato socialista ha intentado reforzar su impacto en la minoría negra en las últimas semanas: el «Chicago Tribune» publicó una foto de 1963 en la que el senador por Vermont era detenido por manifestarse contra la segregación racial y ha recibido el apoyo de personalidades influyentes de la comunidad afroamericana, como el rapero Killer Mike y el cineasta Spike Lee.

Esos esfuerzos no han tenido todavía los resultados esperados, pero Sanders aseguraba el sábado que su «revolución política desde abajo» no ha hecho más que empezar. Al mismo tiempo, en el mitin de celebración en la Universidad de Carolina del Sur, una Hillary Clinton exultante subía al estrado entre gritos de «¡Madame President!, ¡Madame President!».

Ver los comentarios