El expresidente de Estados Unidos, Bill Clinton
El expresidente de Estados Unidos, Bill Clinton - REUTERS

Bill Clinton acusa a Sanders de «sexista» para evitar su triunfo

La dispersión de los indecisos republicanos hace más favorito a Trump en New Hampshire

ENVIADO ESPECIAL A NEW HAMPSHIRE Actualizado: Guardar
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Los Clinton van a por todas. Las últimas horas de campaña en New Hampshire mostraron una exhibición de artillería pesada de una familia que quiere volver a la Casa Blanca. El expresidente Bill Clinton lanzó su primera descalificación personal contra Bernie Sanders, el rival y favorito en el segundo estado en el proceso de primarias, al acusarle de «ataques sexistas» contra Hillary. El motivo, las críticas a su mujer por recibir dinero de Wall Street, y en concreto de Goldman Sachs, el caballo de batalla de la campaña del veterano socialista. El senador por el vecino estado de Vermont no quiso replicar, pero su jefe electoral, Mike Briggs, advirtió: «Los ataques son decepcionantes. Desde luego, la campaña ha cambiado», después de un pacto no escrito entre ambos aspirantes por una contienda respetuosa.

En un agresivo intento de que hoy se movilice el voto femenino en su favor, el único que puede obrar el vuelco a las encuestas, el matrimonio Clinton también ha echado mano de la exsecretaria de Estado Madeleine Albright y la escritora y activista del feminismo Gloria Steinem. La primera proclamó que las mujeres que no apoyen a Clinton «tendrán un sitio especial en el infierno». La autora reprendió a las que piensan votar a Sanders, advirtiendo que el senador es «el candidato que apoyan los chicos».

Los últimos sondeos en este estado otorgan una ventaja nítida en favor de Sanders, de entre 10 y 17 puntos. Y en casi todas ellas, las mujeres también se inclinan mayoritariamente por Sanders, aunque en menor medida que los hombres. Tras una victoria pírrica en Iowa, perder en New Hampshire complicaría la carrera de Clinton, aunque sigue siendo la favorita en la carrera.

El estado del granito siempre ha sonreído a los Clinton. Primero confió en Bill, a quien devolvió a la senda de la victoria en 1992 tras una derrota en Iowa. Hillary probó la miel del triunfo en 2008. Aunque después perdería la nominación frente a Obama, venció aquí después de dar la vuelta a las encuestas.

Ahora, en la peor situación de todas, Bill Clinton afirmó que Sanders es deshonesto, porque propone una cobertura universal sanitaria (de una única cuota) que, según él, no se puede aplicar por su alto coste.

La carrera republicana está abierta en canal, con más aspirantes que nunca y sin un líder indiscutible, y New Hampshire difícilmente va a ser decisivo. Pero va a despejar dudas: si el favorito, Donald Trump, se desquita de la derrota de Iowa y hace buenas esta vez las encuestas; si el peor debate de Marco Rubio ha frenado realmente su escalada e, incluso, le deja sin el segundo puesto al que parecía destinado, y si los tres gobernadores y representantes del establishment, John Kasich, Jeb Bush y Chris Christie, aprovechan su última oportunidad para engancharse al tren de posibles nominados, tras un mal arranque.

De ellos, el primero, que gobierna Ohio y que muestra el perfil menos conservador entre los republicanos, se perfila como posible revelación, aspirante incluso a desplazar a Rubio; el segundo, ante su última oportunidad de convencer a sus poderosos donantes, apunta a una subida. Christie está más alejado en los sondeos. El vencedor en Iowa, Ted Cruz, conservador y cristiano evangélico, puede perder posiciones.

Trump, otra vez

La lógica tampoco es buena consejera en un estado como New Hampshire, donde el elevado número de indecisos, del 40 por ciento en la carrera republicana, y la presencia de votantes no adscritos (frente a los caucus), hace de estas primarias las más inciertas. Pero los analistas coinciden en que el multimillonario Donald Trump tiene hoy las de ganar. Lidera las encuestas con más de diez puntos de ventaja sobre el segundo, en un estado más cercano al espíritu liberal de su Nueva York de origen. Además, la incorporación de los tres gobernadores al reparto de ese voto indeciso, que en el estado del Medio Oeste se fue muy mayoritariamente a Rubio y a Cruz, juega en favor del millonario.

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