Hillary Clinton, en un acto de campaña
Hillary Clinton, en un acto de campaña - AFP

Obama se inclina por Clinton en su pugna electoral con Sanders

A una semana del primer voto, afirma que Hillary «tiene una experiencia inmensa»

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Aún no ha abandonado la neutralidad, pero sus palabras pueden ayudar a Hillary Clinton. A una semana de que Iowa abra la carrera por la nominación demócrata, Obama rompe su silencio con una alabanza explícita a su exsecretaria de Estado. Sin rechazar a su rival, el veterano Bernie Sanders, las palabras del presidente suenan al comienzo de un respaldo que algunos analistas creen que puede explicitar las próximas semanas: «(Hillary Clinton) es una mujer inteligente y con una extraordinaria experiencia». Y «sí», está siendo analizada injustamente.

Las palabras de Obama al diario digital «Político« irrumpen cuando el senador socialista ha superado a Clinton en las encuestas en el estado del Medio Oeste y en Nuevo Hampshire, el siguiente jalón en el camino.

Toda una amenaza imprevista. El presidente apunta a que es su exsecretaria de Estado quien puede garantizar mejor una victoria demócrata en las urnas y la continuidad de su legado.

«Lo que Hillary distingue bien es entre lo que supone gobernar y prometerle lo mejor a la gente, que es el trabajo de los políticos»
Barack Obama

Frente a un rival que ha crecido con un mensaje monocorde contra Wall Street y su excesivo poder, también en la Casa Blanca, Obama no le replica, pero traslada un mensaje tan pragmático como sutil: «Lo que Hillary distingue bien es entre lo que supone gobernar y prometerle lo mejor a la gente, que es el trabajo de los políticos». Buena noticia para Clinton, que acaba de recibir el espaldarazo de dos periódicos: «Des Moines Register», en Iowa, y el «Boston Globe«.

El apoyo de Obama puede ser determinante en una carrera que Sanders ha ido apretando las últimas semanas. Casi tres de cada cuatro votantes demócratas aprueban la gestión del presidente de Estados Unidos, una valoración que en las minorías afroamericana e hispana resulta abrumadora. En el último debate, Clinton ensalzó la gestión de Obama y reprochó a Sanders sus críticas al presidente. Era un cambio de estrategia que ahora encuentra contrapartida práctica. Su victoria no sólo la convertiría en la primera presidenta de Estados Unidos, sino que rompería otro muro para los demócratas: nunca un partido ha vencido tres elecciones presidenciales consecutivas, desde la muerte de Franklin Delano Roosevelt (1945) y la limitación de mandatos.

Ventaja a nivel nacional

Aunque Obama se ha reunido con los dos aspirantes demócratas con posibilidades dentro de una aparente neutralidad, no son un secreto los vasos comunicantes entre Clinton y la Casa Blanca. Hasta cuatro asesores del presidente forman parte hoy del equipo de campaña de la precandidata..

El presidente reparte análisis a ambos lados. El frenazo en los sondeos a la campaña de Clinton se debe, a su juicio, al «peso» de liderar la campaña en solitario tanto tiempo, lo que se ha dado en llamar la inevitabilidad de su candidatura. Obama advierte que en las primarias «la gente quiere novedad, algo diferente a lo que haya visto». Mirando a Sanders, argumenta que «tiene la ventaja de sus pocas posibilidades iniciales y de no tener nada que perder como candidato».

Pero no comparte que el senador por Vermont vaya a repetir su campaña contra Clinton, la que en 2008 le permitió dar un vuelco, precisamente con una inesperada victoria en Iowa. Entonces, la situación fue extraordinaria en todos los sentidos. La expectación que levantó la posibilidad del primer presidente de raza negra llevó a las urnas en aquel estado a 240.000 votantes demócratas, aproximadamente el doble de los que habían votado en los caucus cuatro años antes. Su visión coincide con la de los analistas que creen que la carrera acabará consolidando la posición de Clinton, que aventaja a Sanders en 15 puntos a nivel nacional, según los últimos sondeos.

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