El Barça quiere reajustarse contra el Ajax

Definitivamente instalado en la incertidumbre después de una semana huérfana de buenas noticias, el Barcelona busca reencontrarse esta noche con la victoria y el buen juego ante el Ajax de Ámsterdam, un rival inferior, aunque militante incuestionable del fútbol que, en teoría, quieren practicar los azulgrana. Al menos, eso es lo que se desprende de las palabras de su entrenador, Luis Enrique, que ayer en la previa volvió a tirar de discurso firme: «No queremos inventar nada, tenemos una idea clara y a partir de ahí sabemos que si no llegan los resultados se va a cuestionar todo. Y no voy a cambiar». «Este club ha sido premiado por su forma de jugar. ¿Para qué cambiarla?», añadió, a la vez que trató de aislarse de las críticas que llegan desde el entorno azulgrana: «No estoy pendiente de eso, sino de reforzar a mis jugadores en lo que han hecho bien o muy bien y de arreglar lo que han hecho mal».

Formas aparte, el mensaje del técnico asturiano tras el primer bache importante recuerda a los argumentos que defendía Gerardo Martino cada vez que su Barça presentaba trazas de indefinición en su lucha por ser «menos previsible». De palabra, aunque someramente, el gusto por el toque y el juego de posición es innegociable, pero luego sobre el césped la máxima no está tan clara; contrasta con la versión del entrenador. De hecho, hasta los propios jugadores aportan un punto de vista más profundo y crítico sobre los motivos que condujeron al Barça a perder los últimos dos encuentros. Después del fracaso ante el Celta de Vigo, Mascherano admitió que ni él ni sus compañeros estuvieron «cómodos». «No pudimos hacer nuestro juego, es preocupante», ahondó. Mientras, Luis Suárez reconoció ayer que «tácticamente» no encontró su sitio en el clásico de hace once días en el Bernabéu, origen de las dudas culés.

El Barça, sin Mathieu pero con Douglas y Montoya, tratará de reajustarse en un terreno próximo en cuanto a cultura futbolística, donde un mal resultado seguro que tendrá lecturas añadidas. Ya pasó el año pasado (2-1). Por otra parte, será un partido «especial» para Suárez, que vivió en Ámsterdam entre 2007 y 2010 y además redebutará hoy en Champions, una competición que jamás pudo disputar con el Liverpool, su exequipo más reciente. A efectos prácticos, una victoria azulgrana hoy en Holanda significaría, como dijo Luis Enrique, «un paso de gigante» con vistas a los octavos de final de la Champions. Por su parte, el Ajax, inmerso también en la lucha, tirará de su académico repertorio para lograr una victoria que animaría considerablemente la lucha por la segunda plaza del grupo F. Frank de Boer, técnico 'ajacied', recuperará respecto al partido de ida al centrocampista Serero y al defensa Boilesen.