Cádiz CF

Numancia-Cádiz CF (0-3) Esto ya va muy en serio

Los de Cervera conquistan Los Pajaritos con un golazo de Imaz, el de la sentencia de Aketxe y el último y merecido de Salvi

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Ortuño celebra el gol de Imaz en Soria (Foto: La Liga)
Ortuño celebra el gol de Imaz en Soria (Foto: La Liga)

Esto va en serio. Ya hay que decirlo así. Da igual que la ciudad se encuentre de cachondeo por sus Carnavales. Su equipo, el que va de amarillo, va muy en serio. Hoy ha sumado con autoridad los tres puntos en el fortín numantino de Los Pajaritos y lo ha hecho después de dos semanas raras que acabaron con un punto de seis. Pero el equipo nunca dejó de creer en sus posibilidades porque se sabía en el buen camino que hoy ha retomado con uno de esos partidos que recuerda a los que los de Espárrago, hace ya una década, ganaban en campos como Mendizorroza, Pucela o similares. Aquello ya se sabe cómo acabó... Y sí, aquel once de Chapín comenzó a decir que iba en serio allá por Carnavales...

Se iba a cumplir el cuarto minuto de partido cuando Ortuño probó su fusil. Lo hizo después de un rechace en el área tras un centro de un entonado Salvi en los inicios. Pero el disparo a la media vuelta del murciano salió potente pero muy centrado y a las manos del meta Aitor. Era el aviso de que el Cádiz CF había entrado bien en el partido.

El Numancia es un duro hueso de roer. Más incluso en su casa, donde quiere llevar la iniciativa pese al rival que tenga delante. El veterano Julio Álvarez se hace con el balón y lo maneja como quiere siempre a favor de los suyos. Como cansado de ello, José Mari recurría a las faltas para decirle que estar, estaría en su casa, pero que no lo iba a tener fácil. La respuesta del organizador soriano fue contundente y de no ser por las manos de Cifuentes el Numancia se podría haber adelantado gracias a un libre directo lejano y ajustado de Julio Álvarez.

El Numancia retomó el mando del encuentro gracias a la brújula de Julio Alvárez y tuvo que aparecer de nuevo Cifuentes para bloquear un cabezazo de Dani Calvo, que ya antes había asustado con otro aunque este con falta incluida.

Cumplido el primer cuarto de hora, el Numancia era ganador a los puntos. Seguía el empate, pero los locales acechaban los dominios de Cifuentes y el Cádiz CF se encontraba incómodo y haciéndose como podía a un partido que se le complicaba por momentos. A los de amarillo le duraba nada el balón, Abdullah no aparecía, como tanpoco lo hacían las transiciones rápidas. Y lo peor de todo: de Álvaro García no había noticias,

Poco a poco, el encuentro se iba templando para beneficio del Cádiz CF. Fue así como consiguió protagonismo Abdullah, que si levanta la cabeza y ve espacios allí que manda el balón para que Ortuño, como en el 21' de partido, lo intentase con un disparo desviado tras coger la espalda a la defensa rojilla.

No estaba fino el Cádiz CF. Muchas imprecisiones en las entregas, algunos desajustes en las marcas, problemas en el juego aéreo y falta de ideas en la creación eran ingredientes idóneos para que cerca de la media hora Julio Álvarez cabeceara libre de marca pero fuera un centro de Marc Mateu por la izquierda. Con todo, el Cádiz CF también daba muestras de llevar peligro al área rival. Lo hacía, mayoritariamente, por la banda de un Salvi que, pese a no estar muy acertado, lo estaba intentado con fe y muchas ganas.

Tardó en aparecer Álvaro García, pero cuando lo hizo fue para bajar con clase y eficacia un balón que venía de arriba, se lo echó varios metros por delante, echó a correr hasta la línea de fondo y metía un buen balón en la boca de gol donde no llegó por poco Ortuño en lo que fue la última jugada peligrosa de un primer tiempo que murió con un choque de cabezas entre Ruiz de Galarreta y José Mari.

Con las espadas en todo lo alto acabó el primer tiempo y así siguieron en la reanudación. Y fue otra vez el Cádiz CF el primero que merodeó el arco rival pero el centro intencionado de Salvi fue escupido por la defensa soriana. Lo mismo que tuvo que hacer momentos después con otro centro de Brian y un disparo de Álvaro García. El Cádiz CF había salido a por todas. Y ojo, el Numancia, también. Pablo Valcarce aprovechaba un error en el despeje del siempre temerario Sankaré para adentrarse en el área y fusilar a Cifuentes con la suerte para el Cádiz CF de que el balón rebotó con violencia en el larguero.

Pero otra vez Salvi tenía algo que decir y lo hizo con una bicicleta para colarse en el interior del área y poner el balón atrás para que Imaz casi llegase a conectar si no es por la oposición de un central local. Pero su conexión vendría a continuación. Y de qué manera. El saque de esquina fue repelido hasta en dos ocasiones por la defensa numantina, que perdió de vista a Imaz, al que le llegó el balón para empalmarlo a media altura con un voleón con el exterior que se coló por el único sitio que podía colarse. Era gol. ¿Qué gol? ¡Era un golazo!

Mejor se le pondrían las cosas al Cádiz CF después de que en el 60' Íñigo Pérez pisase por detrás a Abdullah cuando el francés dirigía una contra que podría ser letal. El Numancia se quedaba con uno menos y su entrenador Arrasate movía el banquillo para mandar el partido a una locura que debía controlar el Cádiz CF. Y cerca estuvo de hacerlo de la mejor forma posible si Álvaro García llega bien a un pase perfecto y entre líneas de Imaz.

Las balas cadistas comenzaban a brillar con asiduidad. El Numancia dejaba espacios y el Cádiz CF se partía queriendo y dejando a sus cuatro de arriba gestionando las contras. En una de ellas, en un cuatro para tres, Ortuño no leyó bien el taconazo de Álvaro García en una jugada que pudo matar el partido.

Pese a este escenario, el Numancia seguía vivo. Y más vivo que pudo estar si Sankaré no tapona un lanzamiento de Ruiz de Galarreta. Seguían los sorianos intentándolo. El siguiente que lo hizo fue Unai Medina, pero el zurdazo del vasco encontró las manos de Cifuentes. Se sucedían las jugadas de un área a otra para inquietud de un cadismo que veía como Ortuño volvía a chutar al muñeco tras un pase de Alvarito.

Cervera metía a Eddy (por Abdullah) y Aketxe (por Imaz) en busca de posesión y templaza. Y lo cierto es que a falta de un cuarto de hora para el final el encuentro se calmó para tranquilidad relativa de los aficionados amarillos. Y era relativa porque sí era cierto que el correcalles había cesado, ahora el único que buscaba el gol era el Numancia. El Cádiz CF jugaba con fuego. Sankaré se relajaba dejando salir por la línea de fondo una pelota que rescataba Pablo Valcarce, pero el pase de la muerte a Manu del Moral se encontró con José Mari, providencial para desbaratar la ocasión.

Seguía apretando el Numancia, que se enfadaba con el árbitro por un fuera de juego de Valcarce que dejaba anulada una magnífica oportunidad.

La locura quiso pararla Cervera con más posesión, en este caso, con la entrada de Rubén Cruz por Ortuño. Pero ni con ello pudo el entrenador del Cádiz CF, que tuvo que ver como su defensa no paraba de achicar balones entre un sufrimiento desmesurado ante un equipo en inferioridad numérica pero que a fuerza de intentarlo merecía el empate. Pero no lo conseguiría. Y no lo haría porque en el próximo contragolpe los amarillos no volverían a fallar. Álvaro García corrió un balón hasta el área contraria, donde driblaría con facilidad a Unai Medina para asistir a Aketxe, que a placer finiquitaba el encuentro en el que el Cádiz CF ha vuelto a dar un golpe en la mesa para decir a sus rivales que va en serio. Muy en serio. Para empezar, vuelve a recuperar la tercera plaza antes de visitar a un Oviedo al que aún le tiene ganas. Como para no tenérselas, oiga. Para colmo, en el descuento, Salvi recogía su premio a su partidazo rematando un pase de la muerte de Alvarito que vino a poner la guinda a un partido que daba por iniciado un Domingo de Coros bendecido para todos los cadistas.

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