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Linares-Cádiz CF (0-1): Un triunfo de calculadora

Un gol de Álvaro, 90 minutos de sufrimiento, tres puntos y a uno del líder; poca historia en Linarejos

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Álvaro celebra el gol del Cádiz CF.
Álvaro celebra el gol del Cádiz CF.

Una victoria. Sin brillo ninguno pero suficiente para amainar el temporal y recuperarse mentalmente para un mes de noviembre que se antoja decisivo para asaltar el liderato. El Cádiz CF dejaba el esmóquin en el armario, si es que este equipo realmente puede vestir ese traje de gala, y se enfundaba el mono de trabajo para fajarse de tú a tú con el Linares.

En Melilla sobresalía Cifuentes pero en Linarejos, Álvaro… y tres puntos. El gol, 90 minutos de ‘curro’ sin excesivo sufrimiento, poquísimas ocasiones por parte de ambos bandos en un choque sin historia, y a 1 punto del líder UCAM Murcia. Un triunfo de calculadora.

El Cádiz CF saltaba al verde de Linarejos y el panorama cambiaba.

Mal augurio. El sol radiante del fin de semana se escondía tras las nubes y dejaba paso a un viento que azotaba el campo jienense. Un adversario más para el equipo de un Claudio que revolucionaba el once, otra semana más.

Kike Márquez y Quintana se quedaban en la grada. Lolo Plá y Aridane ingresaban en el campo en lugar de Machado y Servando, a un nivel bajísimo en este arranque. Y sorprendía la aparición del chileno Pavez en lugar de Andrés Sánchez. Ni se contemplaba en las apuestas.

Pero esto no es cuestión de nombres, sino de hombres. El Cádiz CF por plantel es de largo superior al recién ascendido Linares, pundonoroso y limitado. En su parcela llevará el fútbol a su terreno y hay que igualarle en intensidad y concentración para imponer esa diferencia de calidad.

Los futbolistas ejecutaban el plan del míster desde el arranque. Con pocos toques (era imposible circular con el viento en contra) se plantaba en el área de Jorge Sánchez. Serio, comprometido, el conjunto visitante neutralizaba el empuje inicial del Linares. Prueba de su gallardía, Garrido jugándose la cabeza en una acción en la que el rival levantaba la bota en exceso e impactaba en el de Barakaldo.

Precisamente esa acción propiciaba el primer tanto del choque. En la estrategia, Abel centraba y Aridane conectaba el toque anterior de Josete. El balón quedaba suelto en el área y Álvaro lo empujaba a la red consolidándose como pichichi cadista.

El Cádiz CF pronto sacaba rédito a su arranque. Las plegarias de Claudio, que soñaba con empezar mandando en el marcador para reducir dudas y aumentar tranquilidad, surtían efecto en Linarejos.

El tanto espoleaba a los locales, que se lanzaban con furia hacia la meta de Cifuentes, con su defensa demasiado cerca por el paso atrás de los ‘morados’. Carles rozaba el empate con un disparo ajustado que lamía el palo de la meta cadista.

A la media hora el Linares perdía fuelle. Ya no presionaba con la misma fuerza y el Cádiz CF lograba inyectar calma al choque. Dormía al rival aunque nunca a una grada que no desfallece. Con un par de disparos a las nubes de Güiza y Abel se rubricaba el epílogo de una primera mitad de color visitante.

Otro pasito atrás. El cuadro gaditano aparecía por vestuarios para meter el trasero aún más cerca de la meta de Cifuentes. Los ‘morados’ llegaban tarde a todas las disputas, erraban en los despejes y no controlaban la bola. Pese a que los linarenses evidenciaban signos de flaqueza de mediocampo hacia atrás, al mirar la meta visitante, Abel no lograba conectar con la vanguardia y Güiza era un náufrago perdido en la isla.

Había que hilvanar un once descosido. Para ello entraba Machado en lugar de Salvi. El granadino, muy silbado por su pasado en el Jaén, unía algo más las líneas, que se adelantaban para presionar más arriba a un Linares que se había subido a las barbas.

Con este movimiento el Cádiz CF ganaba tiempo, porque el tiempo transcurría sin novedad alguna. Claudio se enojaba con un nuevo contratiempo, una lesión de Álvaro que obligaba a meter a Cuero y cambiar las bandas. Cinco minutos después, volvía a estructurar el once al confirmar el regreso de Andres, que jugaría los últimos minutos por delante de Pavez en la izquierda. Güiza ya descansaba en la caseta.

Sonaban las trompetas. Llegaba el final y el Linares se aferraba a la épica para salvar un punto. El Cádiz CF intentaba sentenciar al contragolpe. A los locales ya nos les quedaba gasolina y con una buena parada del meta se anulaba la sentencia merced a un disparo de Garrido. Lo último. Final y tres puntos.

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