El actor inglés Jason Statham. :: JUSTIN TALLIS / AFP
Sociedad

Un saltador inglés de armas tomar

Guy Ritchie moldeó al antiguo miembro del equipo británico de trampolín, que ahora triunfa con 'El protector' y 'Los mercenarios 3' Jason Statham se convirtió en estrella del cine de acción pasada la treintena

MADRID. Actualizado: Guardar
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Subir la escalera. Llegar a la plataforma de diez metros y tirar la toallita al agua. Acercarse al límite. Visualizar el salto y realizarlo. Esa fue la vida de Jason Statham durante un decenio, un tiempo en que su máxima preocupación eran las carpas invertidas, los tirabuzones y las piruetas imposibles que realizan estos profesionales. No le fue mal en el equipo nacional británico. Llegó a participar, en 1990, en los Juegos de la Commonwealth que se celebraron en Nueva Zelanda, y logró dos años más tarde un duodécimo puesto en los campeonatos del mundo. Pero con 25 años, Statham (que hace una semana cumplió los 47) decidió cambiar de profesión. O, más bien, lo cambiaron. Una agencia de modelos deportivos lo eligió para unos desfiles. Después, pasó a una compañía de ropa masculina británica (French Connection). El motivo: porque «era muy macho».

Comenzó a labrarse una carrera exhibiendo su musculado cuerpo hasta que dos personas se cruzaron en su camino: Vinnie Jones y Guy Ritchie. El primer, exfutbolista marrullero reconvertido a actor, es amigo de Statham desde la infancia; el segundo, el director británico amante del cine de acción al estilo tarantiniano y que él traslada a los bajos fondos londinenses, le convenció para participar en su debut en la gran pantalla. Los dos le convencieron para participar en una película, que su cuerpo y esa cara de tipo duro le podía ayudar. Statham dijo que sí e hizo su debut en 'Lock and Stock' junto a su amigo Vinnie. Los dos sorprendieron por sus actitudes ante la cámara. Dos años más tarde, el trío se volvió a juntar para 'Snatch. Cerdos y diamantes', la película que consagró a Ritchie y ya colocó al otrora saltador en la hornada de nuevos tipos duros para las películas de acción. Su última aparición en 'El protector', estrenada el viernes en España, lo demuestra.

Pero si un director inglés lo puso en el escaparate, un realizador y productor francés lo catapultó a la fama. Luc Besson se fijó en él para protagonizar 'Transporter', el peculiar chófer que se dedica a llevar personas y objetos de dudoso origen. El éxito fue rotundo y llevó al actor inglés a protagonizar otras dos películas y a que los productores apostasen por una serie.

Emociones

Desde entonces no ha parado de trabajar, intercalando pequeños papeles en superproducciones hollywoodienses (cameo incluido en 'Collateral') e incluso poniendo su voz a un personaje de la fallida 'Gnomeo y Julieta'. Por supuesto, siguió pegando tiros y dando patadas a diestro y siniestro -'Crank' y su secuela, 'Caos' o 'The Mechanic'-, se atrevió a hacer de ladrón setentero en 'El robo del siglo' y cogió la espada en la olvidable 'En el nombre del rey'. Pero su envidable forma física, el manejo de las armas y su maestría en las artes marciales hicieron que Sylvester Stallone lo llamara para su vuelta a las películas de tiros.

Statham aceptó encantado ser miembro de la tropa de 'Los mercenarios' (2010) que Stallone montó con las viejas glorias del cine de acción. Una película que destilaba un aire ochentero por los cuatro costados y que arrasó en taquilla: costó 80 millones de dólares y recaudó unos 275 millones en todo el mundo. El éxito hizo que viniera la segunda parte (2012) y que la tercera batalla se estrene en dos semanas en España.

Pero la colaboración de los dos actores fue más allá. Durante uno de los descansos del rodaje de 'Los mercenarios 2' en Bulgaria, Stallone habló con Statham de un guión que tenía en el cajón. «'Sly' hablaba sobre lo que había escrito a lo largo de los años y de otros materiales que nunca se habían podido hacer. Y me enseñó 'El protector'», cuenta el actor británico, que se quedó sorprendido por el ofrecimiento. «Tenía algo muy emocional. Estaba impresionado por hacer algo que era para 'Sly'. Este personaje tiene una hija y yo nunca he interpretado a un padre. Además, muchos de los personajes que he hecho son como de cómic, no tienen muchas emociones y no muestran su amor por nada excepto por sí mismos», explica el actor. «Ahora vas a poder ver a la parte más dulce que tengo», se ríe Statham, que tiene por estrenar la séptima parte de 'Fast & Furious' -con otro cachas como Vin Disel-, la segunda parte de 'The Mechanic, una comedia con Rose Byrne ('Spy') y otra película de acción con Sofía Vergara ('Wild Card').