Vista de la central nuclear de Santa Maria de Garoña. :: IGOR AIZPURU
Sociedad

El Consejo de Seguridad Nuclear da otro paso hacia la reapertura de Garoña

Con la oposición de Cristina Narbona, el pleno pide más documentos como etapa previa a la autorización para poner en marcha la central

MADRID. Actualizado: Guardar
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El Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) quiere saber cómo se encuentran realmente las instalaciones de la central de Santa María de Garoña (Burgos) y todas las mejoras realizadas antes de autorizar que sus instalaciones vuelvan a ponerse en marcha. Por ello, el pleno de este órgano acordó este jueves pedir «información adicional» a Nuclenor -sociedad participada al 50% por Endesa e Iberdrola- sobre la central nuclear que fue puesta en marcha en 1970.

Según el acuerdo del pleno -respaldado por los votos a favor de los dos consejeros del PP, el de CIU y una de la dos representantes de PSOE-, una vez que Nuclenor entregue la documentación requerida iniciará el proceso de «evaluación técnica de detalle, durante el cual se analizará la solicitud, a la luz de toda la regulación y normativa aplicable». Y es más, el organismo que preside Fernando Martí Scharfhausen advierte a la empresa titular de la instalación que dentro de ese proceso de evaluación «se podrán programar inspecciones» para verificar los datos aportados y «se podrá solicitar información adicional». Todo ello, según un comunicado del CSN, porque a él le compete «velar por la seguridad nuclear y la protección radiológica».

Una vez concluido el estudio, el organismo emitirá un dictamen que en el caso de ser favorable fijará «los límites y condiciones» de la autorización para la explotación de la central nuclear burgalesa. Por ello, advierte de que el presente acuerdo «no se puede confundir» con el pronunciamiento final sobre la autorización para la puesta en marcha de nuevo de Garoña.

En el comunicado, el CSN rechaza las acusaciones sobre que la renovación de la licencia de la central nuclear «se esté tramitando con demasiada 'rapidez'» o que se hable de «precipitación». Asimismo, el organismo deja claro que «ni es competente, ni debe, ni puede entrar a valorar posibles o hipotéticos plateamientos económico-financieros, ni le deben influir estrategias más o menos explícitas que quedan fuera de su ámbito de actuación».

Postura contraria

Frente a la mayoría del pleno del CSN, la consejera socialista Cristina Narbona emitió un voto particular por estimar que la petición de Nuclenor es «inédita», porque nunca se había pedido la renovación de una explotación por reclama 17 años. Además, Narbona resalta que nunca se había planteado mantener operativo un reactor nuclear hasta los 60 años.

Según la consejera socialista, existe una «disociación» entre la evaluación técnica de la planta por parte del CSN por 10 años y la concesión administrativa solicitada por Nuclenor. Así, Narbona denuncia que no se haya debatido en el pleno esta solicitud de renovación de la autorización. «Se trata de una decisión que diminuye potencialmente las exigencia regulatorias a favor de la empresa que opera la planta», afirma, a la vez que «no aprueba» la rapidez con la que se está tramitando» el expediente.

El pasado mes de mayo, Nuclenor solicitó al Ministerio de Industria, Energía y Turismo reabrir Garoña, para explotarla hasta el 2 de marzo de 2031, de forma que cumpliría los 60 años de vida útil.

La solicitud de Nuclenor adjuntaba la documentación «que acredita el cumplimiento de los requisitos exigidos para la autorización de explotación», entre otras, las modificaciones de diseño asociadas a las pruebas de resistencia y contención exigidas tras el accidente de Fukushima. También se comprometía a realizar las modificaciones exigidas en su día por el CSN para el aislamiento de contención, la independencia de sistemas eléctricos, protección contra incendios y nuevo sistema de tratamiento de gases de reserva (SBGT).

Santa María de Garoña fue gestada el 2 de marzo de 1957. La entonces Iberduero y la Electra de Viesgo crearon Centrales Nucleares del Norte S. A. (Nuclenor) para levantar la instalación. Actualmente pertenece a Iberdrola y Endesa. Con Garoña el régimen de Franco entraba en la modernidad y, además, en la era nuclear. Las obras comenzaron en 1966 y la estadounidense General Electric hizo el montaje del reactor. El más avanzado del momento en Europa, del tipo BWR-3, que funcionaba con uranio enriquecido. En 1970 el complejo fue puesto en marcha y el 2 de marzo del año siguiente fue conectada a la red.