El día que Gordon llegó a Cádiz

El mundo es un pañuelo y, según las últimas investigaciones, sabemos que es un pequeño 'klínex'. De tal forma que si un huracán rompe en la costa de Estados Unidos, Protección Civil tendrá mucho más trabajo en las playas de Cádiz. Para aclarar esta teoría hay que explicar que el pasado mes de agosto, durante los días 21 y 22, el litoral comprendido entre Sanlúcar y Tarifa (más de 80 kilómetros) sufrió un fuerte oleaje, una serie de corrientes de resaca que originaron más de 200 rescates y salvamentos acuáticos de bañistas que se vieron arrastrados mar adentro. Este fenómeno, inusual en las costas de la provincia, ha sido el centro del estudio llamado 'La resaca marina del 21 de agosto de 2012 en las costas de Cádiz', elaborado el investigador del grupo de Geología y Geofísica Litoral y Marina de la Universidad de Cádiz, adscrito al Campus de Excelencia Internacional del Mar (CEI.Mar), Javier Benavente. En este proyecto también han colaborado la delegación española de la International Association of Emergency Managers (IAEM), además de investigadores de la Universidad de Cantabria y expertos de Puertos del Estado, en colaboración Protección Civil y la Cruz Roja Española.

Este análisis, presentado ayer en la Facultad de Filosofía y Letras por el propio Javier Benavente; José A. Aparicio Florido, presidente de IAEM-España; y José M. Calvo, técnico de IAEM, sostiene que el huracán Gordon provocó estos incidentes. Para entender mejor esta afirmación es importante tener en cuenta que este tipo de fenómenos «suelen impactar sobre el Caribe o la costa de Estados Unidos, pero cuando estos ciclones se forman a partir de los 30ºN tienen otra orientación. Es entonces cuando giran hacia el interior del Atlántico en dirección a Europa, aunque no suelen impactar en sus costas». Eso sí, a veces, «pueden tener influencias sobre las costas europeas», como explica José Antonio Aparicio.

En este caso, «hablamos de una borrasca de 105 kilómetros de radio, con un diámetro de 400 kilómetros, que avanzó hacia el este a una velocidad de 30 kilómetros por hora». En total, Gordon recorrió 2.500 kilómetros lineales con fuerza de huracán y pasó por encima de las Azores como huracán de categoría 1. «Todo ese viento sostenido lo que hizo fue mover el mar. Desplazó una cantidad de agua en la misma dirección del viento. Los huracanes tienden a que sea su cuadrante delantero derecho el que tenga mayor impulso y era éste justamente el cuadrante que estaba mirando al golfo de Cádiz y al Estrecho», indicó el presidente de IAEM-España.

Según este estudio, el huracán Gordon generó corrientes de resaca en la costa gaditana, un fenómeno que el profesor Benavente explicó como «fuertes corrientes superficiales dirigidas hacia el mar y muy localizadas en algunos tramos de la costa. Se generan principalmente por la rompiente irregular de las olas a lo largo de la costa, lo que produce diferencias de altura laterales que a su vez generan zonas donde se concentran las corrientes de reflujo del agua transportada por el oleaje». Esta corriente de reflujo, a veces de gran intensidad, arrastran los objetos flotantes situados en la orilla, lo que se conoce como resaca. La intensidad de estas corrientes depende de la altura de las olas y de las características topográficas de la orilla, siendo además reforzadas por las corrientes de marea, por lo que se hacen más peligrosas en bajamar. Éstas pueden ser visibles o no, algo que dependerá de la intensidad de la corriente y del tipo de sedimento que se encuentre en la playa.

Falta información

A través de este trabajo, enfocado a la Gestión o Manejo de Emergencias, los investigadores, además de analizar las posibles causas del fenómeno, pretenden que este informe sirva para buscar el perfeccionamiento de la preparación ante incidentes de esta naturaleza y su divulgación entre los profesionales de emergencias y de la población general.