Trabajadores de la industria metalúrgica durante la marcha celebraba ayer en Roma. :: FILIPPO MONTEFORTE / AFP
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Miles de italianos protestan en las calles de Roma contra el nuevo Gobierno

Los manifestantes reclaman al primer ministro, Enrico Letta, que priorice a la creación de empleo y se aleje de la política de austeridad

ROMA. Actualizado: Guardar
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Entre un mar de banderas rojas y gritos a favor de los derechos de los trabajadores, miles de personas se manifestaron ayer en Roma contra la política de austeridad del nuevo Gobierno italiano. Los convocados, unos 100.000 según el diario La Repubblica frente a los 15.000 contabilizados por la Policía, exigieron al primer ministro, Enrico Letta, que centre la creación de empleos como su máxima prioridad.

La marcha, convocada por la Federación de Operarios Metalúrgicos (Fiom) y apoyada por otros sindicatos y varias fuerzas de la izquierda, se convirtió en el termómetro del profundo malestar social que arrastra el país. «Necesitamos dinero para vivir», «No podemos esperar más», clamaban los participantes de la manifestación, que partió de la céntrica plaza de la República hacia la plaza de San Juan de Letrán.

Después de los más de sesenta días que se tardó en formar el nuevo Ejecutivo, el descontento ha vuelto a instalarse en las calles. «Espero que este Gobierno empiece a escucharnos de una vez porque nuestra paciencia se está agotando», declaró Enzo Bernadis, uno de los asistentes. Letta, que nada más llegar al poder proclamó que la creación de puestos de trabajo sería su mayor objetivo, ha podido comprobar cómo la falta de avances ha hecho caer en picado sus apoyos en apenas un mes. Según una encuesta del Instituto SWG, los niveles de popularidad del primer ministro han descendido del 43% al 34%.

Los sindicatos presentes en la concentración reclamaron ayer a las autoridades que abandonen la política de recortes heredada del gabinete tecnócrata del ex primer ministro Mario Monti y promovida por la Unión Europea. «Necesitamos más inversión», declaró el secretario general de FIOM, la unión de trabajadores del metal, Maurizio Landini. «Si no impulsamos la inversión pública y privada, no se crearán puestos de trabajo», advirtió.

Primeras medidas

A los congregados no les ha tranquilizado el hecho de que el viernes el nuevo Gobierno italiano aprobara sus primeras medidas de calado, comenzando por la suspensión temporal del pago de la cuota de junio del impuesto sobre la primera vivienda. El Consejo de Ministros dio luz verde a un decreto ley por el que queda suspendido el desembolso de esta tasa a la vivienda habitual a la espera de que, antes del próximo 31 de agosto, se reforme este tipo de impuesto, lo que, de no ocurrir, obligaría a que la cuota ahora suspendida se tuviera que pagar a partir del 16 de septiembre.

Letta anunció además un monto de unos 1.000 millones de euros para refinanciar el fondo público para los expedientes de regulación de empleo temporales. Pero las iniciativas emprendidas por ahora por el ministro no han convencido porque tan sólo parecen ir en directa consonancia con la política exigida por Silvio Berlusconi, su principal socio de Gobierno.