El huracán 'Sandy' azota el Caribe y deja 29 muertos

Tejados desaparecidos, paredes demolidas, postes de luz derribados, cables de teléfono cortados, árboles arrancados de cuajo, cortes de carretera, riadas que arrastran muebles, municipios incomunicados, cosechas perdidas y granjas destruidas. El caos tras el paso del huracán 'Sandy' por el Caribe era visible y lo irremediable era la muerte de 29 personas, 11 de ellas en Cuba. La amenaza ahora se cierne sobre la costa este de Estados Unidos. El ciclón podría unirse a una tempestad invernal y formar así una 'supertormenta', que azotará el país desde Washington hasta Maine en la noche de Halloween (31 de octubre), y por lo que ya ha sido rebautizada como 'Frankenstorm'.

El huracán 'Sandy' se formó en el mar Caribe con categoría 1 de la escala Saffir-Simpson. A su paso por Jamaica dejó un muerto, pero sus efectos también se sintieron en Haití, donde las inundaciones acabaron con la vida de 16 personas. En Cuba entró por Santiago -con vientos de más de 175 kilómetros por hora- y salió de vuelta al Atlántico por Holguín, ya con categoría 3, y dejó otro cadáver en Bahamas.

La Defensa Civil cubana confirmó que dos personas murieron por la caída de la pared de la casa del vecino, otros dos (uno de los cuales era un bebe de solo cuatro meses) fallecieron por el derrumbe de su vivienda y otro fue aplastado por una palmera mientras participaba en las labores de salvamento. Todavía se investigan el resto de muertes en la isla. De momento no se sabe si se negaron a evacuar sus casas -como hicieron otras 330.000 personas-, si fueron imprudentes o las circunstancias eran inevitables.

El peor en siete años

Sin embargo, las provincias de Santiago de Cuba, Holguín y Guantánamo sufrieron con severidad el impacto de la tormenta, que según las autoridades locales resultó ser la peor desde que, en julio de 2005, el huracán 'Dennis' (de categoría 5) mató a 16 personas y causó desperfectos por valor de 2.400 millones de dólares (1.850 millones de euros).

Los daños de 'Sandy' todavía no se han cuantificado, pero son enormes. El diario oficial 'Granma' subraya que «prácticamente no quedó una barriada ni una cuadra (manzana) que no sufriera considerables daños». La vista aérea de Santiago de Cuba era dramática. Muchos edificios se quedaron al descubierto e inundados. Con el huracán alejándose, los isleños se afanaban en las tareas de reconstrucción. Una de las primeras será replantar productos de ciclos cortos, para suplir el destrozo en los campos de plátanos y alubias.