PAN Y CIRCO

EL ASCENSO

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Han sido dos partidos, dos derrotas, dos pésimos encuentros en los que se ha ofrecido una imagen horrenda. Pero ya pasó. El Cádiz sigue teniendo intactas sus opciones de ascenso. A veces lo más complicado para seguir avanzando es asumir tus carencias y frustrarte por no lograr algo que objetivamente no te merecías. Y objetivamente el Castilla es mejor equipo que el Cádiz, antes y después de la eliminatoria, con o sin errores de Jose González en los planteamientos, con o sin actitud de los jugadores, con o sin goleadas de por medio, con o sin el estadio terminado, con o sin la afición dividida entre derrotistas y aduladores.

En el sorteo previo lo tenía claro. Prefería al Mirandés. Para el siguiente cruce a todo o nada me es indiferente. Estoy convencido de que será todo. La diferencia de calidad y competitividad de Segunda B reduce la distancias entre algunos campeones y el resto de clubes de 'play off', pero esconde un poso de saber afrontar situaciones límite en momentos puntuales de la Liga que terminan impulsando a los elegidos hacia la división de plata. Decepción sí, pero sin resignación.

El Cádiz va a navegar las dos próximas semanas entre el éxito y el fracaso, entre la euforia y la desesperación, entre el miedo y la esperanza. Y es ahora cuando todos deben (debemos) pensar en positivo, en sumar, en correr, en animar, en denunciar y resaltar hechos importantes y descartar banalidades, en pasar horas y más horas viendo vídeos de rivales, ensayando faltas, córners, cuidando las piernas, fortaleciendo los cerebros y afinando las gargantas.

Hay que huir de los estereotipos, del chiste fácil, de la gracia del club simpaticón que cae bien a casi todos aunque no ascienda. Hay que ascender. Lo escribe uno que vive y siente mucho menos cadismo que usted, pero que es consciente de la necesidad y la importancia que encierra abandonar un pozo del que es difícil huir...y más en tiempos de crisis.