EL PUENTE SE DESPIERTA

La obra del segundo puente de Cádiz ha recuperado el pulso perdido en la orilla de Puerto Real. El tajo se ha reanimado. Mientras el tramo de Cádiz avanza con la soldadura del tercer tramo del tablero, en el lado contrario toma forma la estructura atirantada para iniciar este verano su montaje en altura. El ritmo que lleva la construcción no es visible desde el exterior, ya que la operación que se aborda ahora consiste en el ensamblaje en tierra de los módulos que formarán la estructura. Unos 140 metros del tramo atirantado se encuentran depositados por secciones en el Bajo de La Cabezuela, procedentes de la empresa sevillana Tecade, que los ha enviado en transporte especial por carretera. En los talleres de esta empresa, ubicada en la localidad de Utrera, se trabaja a destajo en la fabricación de otros 240 metros de tablero, que llegarán a Puerto Real de forma escalonada.

La colocación de estas dovelas a unos 50 metros de altura es una de las operaciones más complejas de la obra. Para ello, se instalarán en el agua dos grandes plataformas marítimas provistas de potentes grúas que se encargarán de izar hasta lo alto de las pilas 12 y 13 las estructuras. Al mismo tiempo se desplegarán desde los mástiles de ambas columnas los tirantes, que se encargarán de aguantar el peso del tramo central. La altura desde la que partirán los cables atirantados es de 180 metros.

El nuevo acceso a Cádiz se ha salvado de los recortes en obra pública anunciados por el nuevo Gobierno del PP a primeros de año, pero este indulto no ha evitado su retraso. Al segundo puente de Cádiz le quedan aún quince meses de obras. Todos los plazos barajados anteriormente por el Gobierno socialista se han caído del calendario. La primera fecha que se anunció para su estreno fue la de finales de 2011, más tarde se aplazó a la primavera de 2012 y el último intento por inaugurar el puente en el Bicentenario se fijó para octubre de este año. No ha podido ser. El puente se aleja de su fecha de terminación.

Rendirse a la evidencia

La ministra de Fomento, Ana Pastor, visitó la Bahía el pasado marzo y repasó el estado en el que se encuentran las principales infraestructuras que están comprometidas con el Gobierno de la Nación. Reconoció sin tapujos que era técnicamente imposible culminar la obra del puente este año aunque se pusiera sobre la mesa todo el dinero del mundo. Desde luego, no le faltaba razón. Pastor estuvo acompañada entonces por los directores de Carreteras y Ferrocarriles y escoltada por la alcaldesa de Cádiz, Teófila Martínez, y el presidente de la Diputación y alcalde de San Fernando, José Loaiza.

Era necesaria una aclaración política después de tanta incertidumbre y anuncios frustrados sobre la culminación del proyecto. La ministra acudió a Cádiz con los informes técnicos que demostraban el grado de ejecución de las principales obras. Así, certificó que la terminación del nuevo puente de Cádiz no se prevé hasta finales de 2014 o principios de 2015, en el mejor de los casos. La auditoría solicitada el año pasado por la alcaldesa de la ciudad, Teófila Martínez, también tuvo respuesta por boca de la ministra Pastor que confirmó 'in situ' los plazos que aún tiene que superar esta obra.

Los técnicos de Fomento detallaron que el grado de ejecución se encuentra en el 70%, lo que significa que aún restan quince meses de obras contando a partir de este mismo mes de mayo. Detalló que el nuevo acceso de Cádiz se enfrenta en estos momentos a una de sus fases más complejas: la colocación del tramo atirantado.

Esta maniobra de ingeniería, que consiste en la instalación de mil metros de tablero, de los que 540 son sobre el mar, necesita un mínimo de doce meses, lo que sitúa finalmente la obra en el horizonte de 2014.

El equipo de trabajo que desarrolla la obra del puente en La Cabezuela se prepara en estos momentos para incorporar un turno de noche. Este periódico ha podido saber que las subcontratas de Dragados definen un plan especial de cara al verano. Las altas temperaturas impiden la actividad a partir de mediodía, por esta razón se perfila ahora un segundo turno por la noche.

La ministra Ana Pastor fue muy clara durante su visita a Cádiz y aprovechó el momento para aclarar que los motivos del retraso fueron económicos y garantizó, al mismo tiempo, la financiación de las principales infraestructuras de la provincia. Este anuncio se ha visto reflejado en los presupuestos de 2012. La obra del segundo puente ha tenido dos parones desde que comenzara en 2007. El más importante tuvo lugar en junio de 2010, cuando Dragados paralizó su construcción por el impago de dos certificaciones de obra. El puente recuperó el pulso en noviembre de ese año, pero ya se habían perdido cinco meses de trabajo. Esta situación obligó a reprogramar la obra y descartar el 12 de marzo de 2012 como fecha de estreno. Así, la fecha que se barajó después fue la del 12 de octubre de 2012.

El segundo revés tuvo lugar, precisamente, el pasado verano, cuando se ralentizó el trabajo de la construcción de los tableros ante el impago de la red tranviaria que discurre por el tablero. Dragados reclamaba el pago de la plataforma del tranvía que atraviesa la calzada del puente. Se trataba de un pago que tenía que resolver la Junta. Sin embargo, admitió que no tenía dinero para afrontar la inversión de 27 millones de euros. Un convenio entre Fomento y la Junta arregló el entuerto y se enterró cualquier duda sobre la financiación de la obra. El Ministerio asumió el pago para no ralentizar más la obra.

La situación ahora ha cambiado y, sobre todo, ha mejorado. El puente tiene garantizada su financiación y, por lo menos, hay una nueva fecha en el calendario para su terminación.