DONDE LAS CALLES NO TIENEN NOMBRE

TIEMPOS REVUELTOSLOS BOQUETES DE JEREZ

La Junta ha ofrecido a sus empleados de Justicia trabajar horas extra por la tarde; quizá debería haberlo hecho con parados

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

AJerez siempre le ha gustado destacar. Y lamentablemente lo sigue haciendo. Digo lamentablemente porque en los tiempos que corren destaca, sobre todo, por asuntos no demasiado edificantes. Esta semana se ha conocido el plan de pago a proveedores que ha puesto en marcha el Gobierno central para ayudar a los ayuntamientos españoles a sanear sus famélicas cuentas. El Estado les concede créditos para que paguen sus facturas pendientes y así le den un meneo a esta economía nuestra tan paradita en los últimos años. Pues bien, por mor de esta iniciativa toda España se ha enterado -por si alguien no lo sabía ya- de los números rojos jerezanos. En el ranking de las ciudades que se han acogido al susodicho plan del Gobierno, Jerez tiene la medalla de plata, ocupa el segundo lugar al haber solicitado 400 millones de euros para tapar boquetes, como se dice coloquialmente. Pero qué boquetes, señores. Del tamaño del Cañón del Colorado. Ahí está Jerez, por delante de Barcelona, Valencia, Zaragoza, Bilbao y Sevilla. Es un dato terrorífico, y ante un panorama así cabe preguntarse como mínimo y en primer lugar qué se ha hecho con el dinero en este pueblo. Cómo es posible que una ciudad con poco más de 200.000 habitantes y con una tasa de paro de verdadera vergüenza esté tan espectacularmente entrampada. Ahora se piden 400 millones para pagar a proveedores, pero no debemos olvidar que la deuda del Ayuntamiento roza los mil millones. Si ese dinero realmente se hubiera invertido en Jerez y los jerezanos tendríamos una de las ciudades más modernas y avanzadas de Europa, con un tejido industrial potente, con los mejores transportes, servicios y equipamientos, con la Nasa, con Eurodisney y con el Ibex 35 rendido a nuestros pies. Es decir, tendríamos justo lo contrario de lo que tenemos hoy día. Estamos hablando de más de 166.000 millones de las difuntas pesetas. ¿Dónde está ese dinero? Qué alguien me lo explique porque esto tiene toda la pinta de una estafa en la que las víctimas somos todos los jerezanos. ¿En qué se ha invertido ese dinero? ¿Dónde ha ido a parar? Los responsables son los que han gobernado el municipio los últimos 30 años. Creo que es de justicia que rindan cuentas ante la opinión pública, que nos digan cómo y en qué se han gastado los cuartos, que podamos despejar dudas del uso que se le ha dado al dinero público. Hay que decírselo a los jerezanos y quién dice que no haya que hacer lo mismo ante los jueces y tribunales. Así las cosas, no es de extrañar que la ciudad se vea sumida hoy en un laberíntico conflicto económico que está arrastrando consigo a trabajadores municipales, concesionarias, pymes y, en cierta manera, a toda la ciudad. Un compañero periodista que viene desde hace años para cubrir el Festival de Jerez me respondió de esta forma cuando le pregunté por cómo había ido el evento en esta última edición: «El Festival, muy bien. Ha respondido a las expectativas pese a la crisis. Pero he visto la ciudad muy mal, sin alegría en las calles, sin color». Y es así, la fotografía hoy día de nuestra ciudad es en blanco y negro. Nos han embargado el futuro, nos han borrado del mapa, y, aunque estoy convencido de que saldremos del lodazal, alguien tendrá que pagar por la sangre, sudor y lágrimas que nos va a costar remontar el vuelo.