Juan José Lobato es el español con más triunfos del año gracias a sus dos etapas ganadas en Chile. :: EFE
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Con la velocidad en los genes

Al gaditano Juan José Lobato no le dieron una licencia para correr en motos y se sacó la de ciclista

SAN LUIS (ARGENTINA). Actualizado: Guardar
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Se le nota todavía tierno como ciclista, con un cuerpo al que le falta tiempo para formarse. No es muy grande -mide 1,75-, no es muy fuerte, pero tiene una cualidad que en el mundo del ciclismo se valora: es rápido. Ha comenzado a desprender destellos interesantes a sus 23 años de edad. Juan José Lobato es, a día de hoy, el corredor español que más triunfos ha conseguido, dos etapas ganadas en la Vuelta a Chile, en lo que llevamos de temporada, mientras que su equipo, Andalucía, encabeza también ese apartado de triunfos, con cuatro. El año pasado se impuso en el Gran Premio de Getxo por delante de Joaquim Rodríguez.

Ganar, en cualquier carrera, en cualquier país, cuesta. Lobato no podía ser otra cosa que corredor... de motos o de bicicleta: «Mi padre fue corredor ciclista». Compitió hasta aficionados. Lo tuvo que dejar para ponerse a trabajar, en Trebujena (Cádiz): «Donde yo nací». Allí montó un tienda de bicis y motos.

Dice Lobato que en su pueblo «hay mucha afición al ciclismo». «Pero a mí me gustaban las motos. Estuve a punto de correr una prueba, pero no llegamos a tiempo con la licencia y me apunté al ciclismo. Tenía 12 años». Desde sus primeros pasos se le dio bien. Comenzó con gimkanas, donde adquiriría un gran dominio de la bicicleta: «El primer año gané algunas carreras. El segundo, de 22 pruebas, me impuse en 18. En juveniles corría con la Peña Ciclista Trebujena. Quedé campeón de Cádiz, de Andalucía. También hice pista. Logré el bronce en velocidad por equipos en el Campeonato de España, fui subcampeón de la Copa de Andalucía».

Los títulos no faltan en su palmarés: campeón de España en línea de juveniles, campeón de Andalucía en línea, estuvo en el europeo de pista juvenil, ganó el ránking de España en juveniles.

«En aficionados me llamó Juan González para ir a correr a El Soplao. Allí estuve tres años, en Cantabria. Cuando iba a correr me quedaba a vivir en el Hotel Cueli, en Torrelavega. Fue una gran experiencia. Estaba como en casa». Siguió ganando carreras, una constante en su vida deportiva: cuatro el primer año de aficionados, cuatro el segundo, tres el tercero y seis el cuarto, cuando ya había fichado por el Andalucía de aficionados: Se me dan bien las llegadas, sobre todo si pican hacia arriba. Las más llanas me cuestan más».

Tiene un ídolo, Óscar Freire. «¿Qué si me parezco a él? No sé, pero ya firmaría ganar la mitad de todo lo que ha ganado él. ¿Dónde hay que firmar eso? La carrera que más me gusta es el Mundial. Quien diga lo contrario, que no firmaba la mitad de lo que ha ganado Freire, miente». «Me falta experiencia y eso se coge corriendo, sobre todo en las llegadas, en la colocación. Me voy metiendo más, voy mejorando. Ganar dos etapas en Chile me ha dado mucha moral. El año pasado estuve durante toda la temporada esperando ganar y lo conseguí en Getxo. Después de ver la Vuelta a España que hizo Joaquim Rodríguez me di cuenta que aquella victoria era importante», recuerada.

Su sueño como ciclista a día de hoy «sería ganar un Mundial». «También me gusta la Vuelta a Flandes, pero eso son sueños. Hay que ser realista y ver dónde estoy». Como aficionado terminó sexto en un Europeo en línea, noveno en el Mundial, en 2010. Andalucía le llevó a prueba con los profesionales a Portugal y logró dos terceros puestos.

Tiene contrato con Andalucía hasta 2014, si no llega antes algún equipo y se lo lleva. Ha coincidido con Freire en la Vuelta a Andalucía, en la Vuelta a España y en el Mundial de Australia, donde acudió con la selección de aficionados: «Me parece un buen tío». Es la mejor opción que tiene el equipo Andalucía para poder ganar en San Luis, donde las pocas llegadas que pueden producirse al sprint van a estar muy solicitadas.