La huelga del transporte público a partir del viernes sigue adelante

Para colmo, la situación de los autobuses no afecta solo a las personas con discapacidad, sino en general a todos los jerezanos. El motivo son las continuas huelgas y amenazas de protestas por la situación de la concesionaria y los reiterados retrasos en los pagos a los trabajadores de la misma. Una patata caliente que heredó el actual gobierno y que hasta el momento no ha sido capaz de resolver, por más esfuerzos que hizo para que otra empresa sustituyera a la actual.

La próxima huelga, si no se remedia la situación en el Sercla (Servicio Extrajudicial de Resolución de Conflictos Laborales) mañana jueves, tendrá lugar a partir del viernes y afectará a la campaña de Navidad.

En el caso de Urbanos Amarillos, las protestas se extenderán hasta el próximo 17 de enero, mientras que para Linesur la huelga está convocada de manera indefinida. «Seguimos sin cobrar la última nómina y de momento no ha habido ningún movimiento de las partes para solventar este problema», se queja el portavoz del comité de empresa, Ángel Morales. «Pronto vamos a acumular varias pagas ya sin cobrar, cuando tampoco nos abonen la de diciembre», se lamenta.

Lo mismo ocurre en Linesur, que presta servicio en las pedanías y barriadas rurales. Los ciudadanos saldrán una vez más perjudicados por la situación aunque los trabajadores recuerdan que los más castigados son ellos. Comerciantes, especialmente los de la Plaza de Abastos, son un colectivo especialmente damnificado por una huelga que se repite con demasiada frecuencia en la ciudad y que ahora afecta a una fecha clave.