La despedida fue multitudinaria y muy emotiva para las familias de acogida. :: ESTEBAN
Jerez

Una despedida siempre amarga

Los 37 niños saharauis que han disfrutado del verano en Jerez regresaron ayer a Tinduf, en ArgeliaAmiraui piensa ya en el programa vacacional del año que viene después de unos meses en los que no han sufrido contratiempos

JEREZ. Actualizado: Guardar
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Las vacaciones se acaban para todos. También para los 37 niños saharauis que han pasado el verano en Jerez gracias al programa Vacaciones en Paz. Las familias que los ha acogido durante los últimos dos meses los acompañaron en la tarde de ayer hasta el autobús que los trasladó al aeropuerto de Málaga. De allí partieron anoche en avión hasta Argelia, adonde llegarán en la mañana de hoy.

Como ocurre cada año, las lágrimas de los niños y de las familias de acogida se dejaron ver en la despedida aunque también hubo tiempo para la alegría de volver a casa. Para una docena de los menores era su última escapada a la ciudad puesto que el año que viene habrán cumplido ya la edad límite -13 años- para que los dejen participar de nuevo en el programa solidario. Así que el adiós ha sido especialmente emotivo en esta ocasión para muchos. Por el contrario, han sido solamente dos los menores saharauis que venían por primera vez de vacaciones a la ciudad y su adaptación ha sido buena.

Cada niño -con edades comprendidas entre los 6 y los 12 años- lleva como equipaje una mochila bien cargada y una caja con enseres de lo más variado. «Le mandamos ropa de invierno para ella y para sus hermanas porque allí hace mucho frío, material escolar, artículos de higiene, miel, toallas y otras cosas que nos pide la familia como sartenes, tijeras, platos o una linterna. Este año ha querido también llevarse una pizza porque le gusta mucho, a ver cómo le llega», dijo Eva González, tesorera de la asociación Amiraui y familia de acogida de Chaia, de 12 años, durante los últimos cuatro veranos. «Me ha dicho que si la pizza no llega bien, se la dará de comer a las cabras», contó Eva entre risas. Otro de los enseres muy valorados en los campamentos de Tinduf donde viven estos niños son las bolsas de ducha, que aquí se suelen utilizar en los campings.

Sin parar un minuto

Como cada verano, la asociación organiza actividades para los menores. Este año se han divertido juntos en el Aguapark, han ido a la manifestación por la independencia del pueblo saharaui en Sevilla, han montado a caballo en el Palacio de los Deportes y han sido recibidos por la alcaldesa en el Ayuntamiento. También celebraron su fiesta de despedida en el local de la asociación de vecinos de La Milagrosa y se han reunido cada viernes en las instalaciones de Amiraui con la intención de que los menores no perdieran el contacto entre ellos. «Este verano ha sido especialmente bueno porque ningún niño se ha puesto enfermo, no ha surgido ningún problema y la gente ha participado mucho en las actividades», confirmó la tesorera.

Ya en familia, Chaia «ha disfrutado mucho de la piscina y de la playa, y la hemos llevado al parque Warner», explicó González.

En el conjunto de la provincia de Cádiz son alrededor de 400 los saharauis acogidos desde finales de junio hasta agosto. Se aprovecha su estancia en España para las revisiones médicas, el seguimiento de enfermedades crónicas y la recuperación general de su estado tras pasar el invierno en el desierto. Muchos de ellos llegan delgados y solo con la ropa que llevan puesta y se marchan preparados para afrontar los próximos meses en los campamentos argelinos.