Los trabajadores de Barbate dejan su encierro pero no la movilización

Están cansados y sudorosos, pero contentos. En estas últimas dos noches y tres días los delegados sindicales y trabajadores del Ayuntamiento de Barbate que han mantenido un encierro en el edificio consistorial han vivido «toda una experiencia». La mezcla de sensaciones es enorme. Entre ellos reina la esperanza de que la administración les abone el dinero de las nóminas y salarios que les adeuda, en estos momentos julio y la paga extra de verano.

Sin embargo, tras muchos días de movilizaciones, sus cuerpos empiezan a decir basta. «Los que hemos dormido aquí los dos días necesitamos descansar. Aunque quien peor lo pasa es la familia. Los niños nos preguntan que por qué dormimos fuera de casa. Ellos no lo entienden», explica José Ramón Torres, representante de UGT.

Los ánimos que mantienen proceden, curiosamente, de muchos vecinos y turistas, así como de los compañeros que han seguido cumpliendo con sus obligaciones pese a la deuda. «Aquí las noches se hacen muy largas. Hemos leído, escuchado mucha radio, jugado a las cartas. Se trataba de matar el tiempo como podíamos», aseguraba un trabajador de la limpieza que estos días no se ha despegado de su pancarta reivindicativa.

Los relevos de muchos de los miembros de la plantilla de 323 empleados municipales han sido vitales para no desfallecer. El grupo está unido. Y seguirá luchando.

Además, la presencia permanente en las instalaciones municipales les ha permitido acudir al Pleno extraordinario celebrado en la tarde del jueves en el Ayuntamiento, en el que la oposición exigió al PSOE del alcalde, Rafael Quirós, una solución urgente a este problema

Precisamente, el alcalde sigue manteniendo que en octubre los trabajadores habrán cobrado lo que se les adeuda. Pero ellos no se lo terminan de creer, y preparan nuevas movilizaciones.

La primera de ellas tendrá lugar el próximo martes. Delegados sindicales de UGT y CC.OO. en La Línea y Barbate se trasladarán a Sevilla para tratar de entrevistarse con el presidentse de la Junta.

Allí pedirán a Griñán «soluciones a los impagos de nóminas» que padecen en ambos municipios. En el caso de La Línea, la problemática es aún más grave. Y es que a los 840 trabajadores públicos se les adeudan casi 6 millones de euros si se contabiliza la nómina de agosto.