El helipuerto del Buque cuenta con su propia torre de control para evitar accidentes. :: FRANCIS JIMÉNEZ
CÁDIZ

Un Río con aguas siempre verdes

El Buque Río Segura de la Guardia Civil, destinado a misiones humanitarias, es uno de los grandes reclamos de la Feria

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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Por el Río Segura bajan aguas de esperanza. Por su aspecto, este buque de la Guardia Civil puede dar la impresión de estar preparado para ir a la guerra, pero nada más lejos de la realidad. No es que no esté equipado para defenderse en caso de emergencia. Lo que pasa es que su objetivo es tan claro y la voluntad de su tripulación es tan firme, que cualquier acción que requiera el uso de la fuerza es totalmente secundaria.

El Buque Río Segura está de estreno en la Feria Mar de Libertades. Los agentes que forman los grupos que visitan la embarcación cada media hora no dan abasto. Alrededor de las doce de la mañana ya avisan de que «pueden intentar venir en el turno de las cinco, pero no les garantizo que haya hueco». Se ha convertido en uno de los principales reclamos del evento.

Se trata de una embarcación con vocación humanitaria. Está concebida para realizar servicios de control de la inmigración ilegal, de salvamento y de lucha contra el narcotráfico. Es el mayor buque con que cuenta la Benemérita para este tipo de actuaciones, con 73 metros de eslora, 16 metros de manga, 15 metros de elevación sobre el mar y 4,5 metros por debajo. Visitarlo es como conocer las entrañas de un edificio totalmente equipado.

Su primera misión llevará al Río Segura a la costa africana, para realizar labores de vigilancia en aguas de Senegal y Namibia, países con los que el Gobierno español tiene tratados internacionales. Hacia allí partirá una tripulación formada por 28 hombres. La mayoría de la Guardia Civil, pero también algunos civiles. Todos ellos contarán con los últimos avances tecnológicos para desempeñar su labor, los más novedosos sistemas de navegación, de detección de embarcaciones y de comunicaciones vía satélite.

Una de las principales novedades es que el barco cuenta con una enfermería que permanece conectada por satélite las 24 horas del día con el Hospital Gómez Ulla, de forma que ante cualquier emergencia sanitaria se puede conectar por videoconferencia con los facultativos del centro para posibles consultas a la hora de realizar un diagnóstico o en caso de tener que llevar a cabo una operación de urgencia.

Uno de los espacios más impresionantes de la patrullera es su puente de gobierno, donde se lleva el mando de la embarcación en cuanto a desplazamiento, así como el mando técnico. El Río Segura está equipado con dos motores de 2.000 caballos de vapor que permiten alcanzar una velocidad más que considerable para una embarcación de este tipo, pudiendo llegar hasta a 65 kilómetros por hora de velocidad punta.

El buque cuenta también con un local de habilitación con casi 70 plazas para que, en caso de tener que recoger a inmigrantes en alta mar, estos puedan viajar en las mejores condiciones posibles, con asientos para cada uno. Eso sí, en caso de necesidad también se pueden habilitar más espacios en cubierta.

Otro de los espacios más espectaculares del Río Segura es su helipuerto. El barco cuenta con una pequeña torre de control que maneja un protocolo muy estricto en caso de que sea necesario que un helicóptero aterrice en él. «Hay que compensar el balanceo de la embarcación con el movimiento del helicóptero. Hasta que no está totalmente estabilizado no se aterriza. Y se cuenta con un dispositivo de seguridad interior que incluye personal preparado para apagar un posible incendio», explica el agente Jorge Marín.

Desde Cádiz partirá hacia Canarias donde tendrá su puerto base. Y de ahí, al continente africano para trabajar por un mundo más justo. Cada misión dura alrededor de un mes. Un mes que puede cambiar la vida de los agentes.