Zapatero y Rubalcaba, al comienzo de la sesión de control en el Congreso. :: JUANJO MARTÍN / EFE
ESPAÑA

Zapatero insiste en agotar su mandato y Rubalcaba calla

El vicepresidente primero ignora los envites de PP y UPyD sobre un adelanto de las elecciones generales previstas en 2012

MADRID. Actualizado: Guardar
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Lo había dicho por activa y por pasiva, en público y en privado, pero José Luis Rodríguez Zapatero no quiso desaprovechar la oportunidad que le brindó ayer Mariano Rajoy durante la sesión de control al Gobierno para reiterar que tiene intención de agotar la legislatura. Alfredo Pérez Rubalcaba, en cambio, no se mojó en absoluto. Pese a los envites de la portavoz del PP, Soraya Sáenz de Santamaría, y de la de UPyD, Rosa Díez, el vicepresidente decidió pasar de largo sobre este asunto.

Es la segunda vez que lo hace en una semana. El pasado viernes ya respondió de manera esquiva; «me hacen ustedes preguntas imposibles», dijo ante una pregunta para saber si habrá o no adelanto electoral. Las fuentes oficiales aseguran que todo el Gobierno comparte los deseos de Zapatero de llevar a término su mandato, aunque algunos dirigentes socialistas admiten que en las últimas semanas se ha abierto un panorama tan incierto que no es posible poner la mano en el fuego por nada.

Zapatero, que ya el lunes tuvo que dar un golpe encima de la mesa para frenar este debate en su partido, trató de aplacar también a Rajoy en el Congreso cuando este volvió a echarle en cara las dramáticas cifras de paro y los múltiples pronósticos fallidos del Ejecutivo. «¿Cree que hay algún español al que se le pase la imaginación que usted y su Gobierno, en la situación en la que están, van a arreglar este problema?; le tengo que pedir una reflexión», planteó el presidente del PP.

Visiblemente tenso, el presidente del Gobierno alegó que las reformas económicas puestas en marcha acabarán dando resultado y exhibió la decisión de Ford de invertir 812 millones de euros en su planta de Almussafes, en Valencia, como un buen síntoma. «Si eso se produce es que hay confianza en España y que merece la pena seguir haciendo el trabajo -replicó-; lo que le pido es que contribuya a ello y no haga siempre la crítica fácil y populista». El principal protagonista de la sesión, sin embargo, no fue Zapatero sino, una vez más, Rubalcaba. El candidato del PSOE se ha convertido en el objetivo a abatir para los populares, pero también para otras formaciones. Tanto Sáenz de Santamaría como Díez coincidieron en hacerle corresponsable de primer nivel de todo lo que ha hecho este Gobierno.

«Testaferros de ETA»

La diferencia está en que, mientras la representante del PP se centró en la crisis, la exdirigente socialista disparó en todas las direcciones: lo culpó de permitir que se destruyeran «los pactos de la Transición» e incluso de que «los testaferros de ETA estén en las instituciones vascas». Pero la conclusión para ambas fue idéntica. «Usted solo puede hacer un servicio y es pedir a su jefe que convoque elecciones ya por el interés general», dijo una. «Es usted la viva imagen de un Gobierno agotado», apuntó la otra.

El vicepresidente hizo oídos sordos a ambos comentarios y se limitó a cambiar de tercio. «No voy a contribuir a debates tóxicos para la democracia», replicó a la portavoz parlamentaria del PP. Rubalcaba aprovechó la ocasión para hacer ver que las dos preguntas, la de Díez y Santamaría, eran «calcadas».