El alcalde dice que no edificará en Guadalquitón

El alcalde de San Roque, Fernando Palma (PP), aseguró ayer que no van a poner «ni un ladrillo en las fincas de Guadalquitón y Borondo», uno de los pulmones verdes que quedan en el municipio y de gran importancia medioambiental en una zona cada vez más tomada por el hormigón. Como él mismo ha recordado, ambos espacios «están protegidos» por lo que el Ayuntamiento ha firmado un convenio sobre las 200 hectáreas «para que no se construya allí».

Palma ha señalado que «desde 1987 está aprobada por ley» una promoción en aquellos terrenos, ocupados hasta ahora por kilómetros de alcornocales. Las dos fincas suponen un jugoso caramelo urbanístico, pues se encuentran muy cerca de la urbanización de lujo de Sotogrande. El proyecto, contemplado en principio en el futuro Plan General de Urbanismo de San Roque, incluye 2.800 viviendas, campos de golf y hoteles. Sin embargo, según el alcalde, el Ayuntamiento «pretende recibir ese bosque a cambio de una cesión de terrenos en otro punto del municipio», lo cual compete a la promotora Realia.

Según el regidor, la denuncia que han interpuesto la Entidad de Conservación de Sotogrande y diversos grupos ecologistas contra el Consistorio «obedece a un intento de descalificar» a él y a su partido, el Partido Popular.

En este sentido, ha recordado que él está de acuerdo con la Junta de Andalucía, que declaró inviable el proyecto en 2003 pero no lo cerró de forma definitiva y ha insistido en que lo que van a hacer es «descalificar esa zona para que no se ponga ningún ladrillo».

Palma ha considerado el bosque, cuyos alcornocales llegan hasta casi la playa, como «único» y ha explicado que lo que intentarán hacer es «todo lo contrario a lo que denuncian». Por ello, ha negado que se vaya a poner un solo ladrillo en esas zonas» y ha insistido en que si bien «el suelo es edificable», se va «a descalificar».

Estas declaraciones suponen un nuevo cambio de postura por parte del alcalde sanroqueño, que como adelantó La Voz el pasado lunes, ya se refirió en 2009 a las fincas de Bornodo-Guadalquitón como «un área residencia ligada a un espacio natural para el disfrute general» y esperaba que su puesta en marcha prosperara a pesar de «la postura de los ecologistas y los informes de Medio Ambiente». El Plan de Ordenación Territorial del Campo de Gibraltar ha declarado buena parte de Guadalquitón como suelo no urbanizable, pero permite edificar para uso recreativo y hotelero en una franja de litoral de 15 hectáreas y en otra gran superficie en la zona norte de la finca, cercando el alcornocal.