EL RAYO VERDE

ELECCIONES Y MÁS ALLÁ

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Quedan 28 días para que se celebren las elecciones municipales. Los plazos se cumplen y la campaña se acelera ante el 22-M, que promete ser más crucial que nunca, tanto por sus repercusiones concretas como por su proyección en la política nacional y andaluza. Sin embargo, en esto como en tantas cosas, Cádiz «is different», pues la supremacía de Teófila Martínez quita cualquier posibilidad de sorpresa a los resultados. De hecho, el PP ni se ha molestado en mejorar la lista, consciente de que el enemigo que tiene enfrente está más débil que nunca. La campaña de Marta Meléndez, la candidata del PSOE, no puede tener un perfil más bajo. Si sus mentores la dieron por buena porque consideraron que aquí les bastaba con mantenerse, existen serias dudas de que vayan a conseguirlo. El PP ni combate. Es más, tengo la impresión de que no les interesa atacar a la candidata o a Federico Pérez Peralta, conscientes de que su sola presencia les da votos.

Sin embargo, al otro lado del Río Arillo el horizonte es otro. El resultado de la Diputación es cada vez más incierto y los números bailan según quien los maneje. El final de etapa socialista en la provincia, el vuelco histórico, podría darse solo si el PP logra mayoría absoluta o si obtiene algún apoyo. Este podría venir del PA casi únicamente, de modo que las piezas se mueven en un tablero complejo. Así, podría resultar que los andalucistas ganaran un diputado por el partido judicial de El Puerto, si suben como se espera en Puerto Real (a costa de Barroso), en la propia ciudad portuense, donde parecen tener buen candidato, y en Rota, donde encabeza su lista un ex-PP. Este cambio de siglas puede hacer pensar en una jugada «popular» de cara a un pacto posterior, de modo que, de darse el escenario propicio, se intercambiarían los sillones: De Bernardo se quedaría con el del Ayuntamiento de San Fernando y Loaiza obtendría el despacho de Cabaña. En La Isla, donde el socialista López Gil confía en que esta vez no se le escape la victoria, hablar del «día después» es casi tan comprometido como en Jerez, donde por mucho que los candidatos juren que no pactarán, hasta con notario de por medio, a nadie se le oculta que hay otras muchas posibilidades para saltarse los juramentos.

Pero si el complejo reparto de partidos judiciales y de escaños, y los resultados de las urnas en la provincia, mantienen el puño y la rosa sobre el mapa, es más que probable que la presidencia de la Diputación no sea para Francisco González Cabaña. A pesar de su intento de que la ejecutiva provincial aprobara su candidatura, las intenciones del partido en Sevilla no ofrecen dudas, dado el cisma existente entre el «aparato» socialista en la provincia y el regional. Cabaña desde luego que no se dejará apear del cargo sin oponer resistencia, de modo que esperan días complicados. También será el momento de renovar delegados provinciales, para el prometido impulso a la visibilidad de la Junta. Incluso habrá relevos en el Gobierno andaluz, en el sprint final para mejorar sus pronósticos de cara a 2012.