Más alumnos que aprenden una profesión

En el IES Álvar Núñez hay nueve chicos y dos chicas que han aprendido en clase a hacer un buen café de máquina, a preparar un cóctel sin alcohol, a poner la mesa y a servir un fino con la medida perfecta (aunque lo hagan con botellas de vino rellenas de agua). Los 11 estudiantes forman parte del Programa de Cualificación Profesional Inicial (PCPI) de Auxiliar en servicios de Restauración que se imparte en el centro educativo. En toda la ciudad son 162 alumnos en la enseñanza pública y otros 40 en la concertada los que han optado por seguir su formación de esta manera.

Este curso se ha visto incrementado en un 13% el número de alumnos que opta por esta vía en Jerez para obtener el título de Educación Secundaria Obligatoria (ESO). Los que ingresan con 15 años en este programa -que ha sustituido al anterior Programa de Garantía Social (PGS)- tienen que hacer el segundo curso del que consta el programa que, en este caso, se imparte en el cercano IES Andrés Benítez. El que no está obligado a completarlo puede dejar la formación en el primer año y sale del centro con su certificado oficial de profesionalidad.

«La mayoría viene buscando sacar el título básico. Son chavales que no están habituados al estudio, que llevan años con una actitud pasota en las clases. Cuando llegan al PCPI el modelo de enseñanza es totalmente diferente, mucho más personalizado», explicó Ricardo Caravaca, profesor del PCPI que se imparte en el IES Álvar Núñez.

«Si el niño se compromete y conseguimos engancharlo al sistema, hay resultados. No ven a un profesor distinto cada hora sino que siempre estoy yo o mi compañera con ellos y eso crea un vínculo más directo. Es diferente hasta el lenguaje que empleamos con ellos», siguió Caravaca, que lleva seis años encargado de este tipo de programas junto a una compañera.

Camino al grado medio

Otra de las utilidades de los PCPI es el acceso al Grado Medio: «También tenemos a chicos de 17 ó 18 años que quieren hacer FP. Con este programa se le convalida una parte de la prueba de ingreso y hay un cupo específico para ellos». Además, el grado elegido no tiene que pertenecer a la misma rama que el PCPI cursado: «Todos quieren ser informáticos o mecánicos aunque luego se peguen el batacazo ante la realidad», dijo el docente.

En Jerez ha diez institutos que ofertan este recurso educativo. Tanto el del IES Álvar Núñez como el del Fernando Quiñones está relacionado con la hostelería: uno imparte restauración y el otro, cocina. En el IES La Granja se oferta el de Auxiliar de viveros, jardines y parques y tanto en el Josefa de los Reyes como en el Francisco Romero Vargas se imparte el titulado Auxiliar de instalaciones electrotécnicas y de comunicaciones. La oferta se completa con los dedicados a peluquería y mantenimiento de vehículos (IES Andrés Benítez), el de gestión administrativa (IES Coloma) y el de informático (IES Almunia e IES Vega del Guadalete, en La Barca).

En el Álvar Núñez la formación para auxiliar de servicios de restauración empieza desde cero: «Comenzamos con el vocabulario más básico y le enseño a llenar una copa en su justa medida o tirar un mantel», contó Caravaca. El grupo está integrado en la vida del centro escolar ya que cada viernes sirven desayunos a sus compañeros y el Día de Andalucía (con la colaboración de la AMPA) hacen buñuelos y chocolate para todos.

«Se necesitan muchos recursos para un PCPI como éste», aseguró el profesor, sentado a la mesa que los chavales habían preparado para servir. «Todo el género es perecedero porque preparamos recetas rápidas como un sándwich o una tortilla. Y luego están los platos y vasos que se rompen», ríe.