«Ahora los libros que se venden son como chicles sin sabor fáciles de digerir»

Por el imaginario de Rafa Marín desfilan de la mano seres de ultratumba, espíritus, superhéroes underground, guerreros intergalácticos y seres míticos. Tras iniciar su carrera literaria en los setenta con diversos artículos en revistas, en 1984 su libro 'Lágrimas de luz' le consolidó como referente en la literatura de ciencia ficción. Combina su faceta de novelista, con la de traductor, autor de ensayos sobre cómic y guionista de tebeos. Ahora acaba de publicar un libro de relatos en los que juega con lo poético y lo sobrenatural, 'Piel de fantasma'.

-¿A qué hace referencia el título?

-Me gusta jugar con los contrasentidos. Tenía otro libro que se titulaba 'Unicornio sin cabeza' y ahora, 'Piel de fantasma'.

-¿Qué le aporta el relato?

-Cada historia tiene su extensión. Estos relatos los he escrito a lo largo de los últimos diez años, algunos ya se habían publicado en revistas o antologías, pero otros son inéditos. Cuatro o cinco se desarrollan en un Cádiz fantástico que me he inventado.

-¿Cuáles son sus referentes?

-Siempre me ha gustado Vargas Llosa, Umbral... pero también tengo muchas influencias del cine, el cómic y la ciencia ficción. Aunque soy un escritor de frases largas, mi estilo es muy visual por estos mismos influjos.

-¿Qué productos culturales consume actualmente?

-Ahora creo que el cine vive una crisis de ideas. Leo muchos ensayos y sigo series de televisión como 'Doctor Who', 'Sobrenatural' o 'The Pacific'.

-Muchos autores dicen que los lectores sólo buscan evasión cuando se ponen delante de un libro. ¿Cultiva el género fantástico pensando también en la salida que pueden tener sus libros?

-Lo que más vende es como un chicle sin sabor fácil de digerir. Sobre todo novela negra, más que literatura de ciencia ficción. No se puede escribir pensando en el lector. La gente ve Tele 5 y sigue a la Campanario por lo que tienes que escribir sobre lo que a ti te interesa.

-¿Qué otros proyectos tiene entre manos?

-Acabo de terminar una novela y acabo de empezar otra. Hago algunos malabarismos con el tiempo pero estoy escribiendo un capítulo por semana más o menos. El primero es un retrato literario de mi gran amigo Juan José Téllez, una novela sobre su vida, nuestra infancia, la juventud, las pelis que nos gustan y sobre la Transición. Es como una precuela de 'El anillo en el agua'. El segundo libro, del que sólo llevo veinte páginas, es una novela histórica basada en el personaje de Don Juan Tenorio. Lo presento, más que como un seductor, como un aventurero del siglo XVI, amador y asesino. La idea es reflejar cómo interpretaríamos hoy en día a Don Juan.