Escal dice que el proyecto Castor no cambia «el potencial sísmico»

La empresa Escal UGS, encargada de poner en marcha el almacén subterráneo Castor, frente a las costas de Vinaroz (Castellón), considera que el «potencial sísmico en la zona no cambia» por la inyección de gas. Así lo puso de manifiesto este lunes el director general de Escal UGS, Carlos Barat, durante una mesa redonda celebrada en el Colegio de Geólogos de Madrid.

Según Barat, tras los seísmos registrados entre septiembre y octubre, coincidiendo con la inyección del llamado gas colchón en el almacén ubicado bajo el subsuelo de mar Mediterráneo, «estamos intentando conocer mejor todo» lo que ocurre con las varias fallas que pasan por la zona. Tras la paralización de los trabajos por la alarma social creada en la zona, la empresa pretende entregar al Ministerio de Industria «el mejor informe» para que se valore las medida a tomar: paralizar la instalación o continuar con los trabajos.

Por su parte, el geofísico de la Universidad de Bristol, Rodrigo del Potro, coincidió con el directivo de Escal UGS al subrayar que el almacén «no afecta al potencial sísmico» del terreno, pero dijo que lo que produce es que «adelanta los eventos naturales» que tienen que ocurrir por el movimiento de las fallas existentes. Recordó que de los 516 eventos sísmicos registrados, la gran mayoría, los microseismos, son consecuencia de la inyección de gas y tan solo los dos o tres más magnitud fueron debidos a ese adelanto del movimiento de las fallas.

Del Potro advirtió que todos estos eventos irían disminuyendo conforme se fuera rellenando el depósito, dada que las presiones son mayores al inicio de la operación.