El Camp Nou, gran aliado blanco tras «la peor derrota» de Mourinho

«No es posible ganar en el Camp Nou», afirmaba Bernd Schuster en 2008 tras una derrota del Real Madrid ante el Sevilla en el Bernabéu. El por entonces técnico madridista no llegaría al partido contra el Barcelona de unos días más tarde, y el equipo del nuevo entrenador Juande Ramos confirmó lo que el preparador alemán había asegurado en rueda de prensa, cayendo por 2-0.

Con la llegada de Pep Guardiola al banquillo azulgrana los culés rozaron la perfección, y el Camp Nou se convirtió en una fortaleza inexpugnable para cualquier rival. El Barça se mostró muy sólido en defensa y en ataque, logrando ser un rodillo que aplastaba a cada uno de los equipos visitantes en la Ciudad Condal. El clásico no se convirtió en una excepción, y hasta abril de 2012 el Madrid no logró llevarse una victoria del feudo del eterno rival. Los tantos de Khedira y Cristiano Ronaldo certificaron el fin de una malísima racha y la primera y única Liga conseguida por José Mourinho en España.

Ni Juande Ramos, ni Manuel Pellegrini. Fue el técnico portugués el único capaz de frenar una sangría que se prolongaría durante cuatro años. A pesar de comenzar su ‘idilio’ contra el Barcelona perdiendo por un sonrojante 5-0, tras el que aseguró que era «la peor derrota» de su carrera, poco a poco los resultados mejorarían. El trivote o la posición de Pepe en el centro del campo fueron algunas de las exitosas alternativas manejadas por el Real Madrid frente a su eterno rival, que vio cómo partido a partido el equipo blanco le cogía la medida al Barça.

Tanto es así que en los últimos cinco encuentros entre ambos en el coliseo azulgrana, los aficionados culés sólo han podido festejar una victoria. Se produjo en la Supercopa de la pasada temporada, cuando los hombres dirigidos por Tito Vilanova se impusieron por 3-2, aunque con un sabor amargo. Un error de Valdés en la salida del balón castigó al Barcelona con un tanto de Di María en los últimos minutos del encuentro, que a la postre sería clave para que el equipo blanco se alzase con su único trofeo en la última temporada de Mourinho al frente del Madrid.

El que fuera campo maldito para el Real Madrid hace no tanto tiempo se ha convertido en su gran aliado. Messi y Neymar, que se estrena en un clásico, son las cartas de un Tata Martino que quiere cambiar la historia más reciente y devolver la alegría a la parroquia azulgrana.