El juez declara secreto el 'caso Blesa'

Cerradas ‘bajo llave’ sine die. Así es como se encuentran desde este lunes –y lo seguirán estando durante, al menos, un mes, salvo que una instancia judicial superior resuelva lo contrario- las actuaciones del caso donde se investigan varias operaciones presuntamente irregulares realizadas en Caja Madrid durante la etapa en que Miguel Blesa fue su presidente. El principal motivo argumentado por el titular del Juzgado de Instrucción número 9 de Madrid, Elpidio José Silva, para tomar tal decisión es evitar que el exfinanciero -principal imputado en la causa y actualmente en libertad provisional tras pagar una fianza de 2,5 millones de euros- o personas afines a él puedan “entorpecer y/o obstaculizar” el resultado de las investigaciones, fundamentalmente las que lleva a cabo la Policía Judicial.

Y es que, entre otras pesquisas en marcha, la Policía ha logrado valiosa información relativa a Blesa y sus manejos gracias a la intervención de sus comunicaciones, tanto de su número de teléfono como de la línea de adsl de sus ordenadores, el que tenía en la caja y el personal de su casa. De esos datos, por ejemplo, ha podido extraer detalles que, cuanto menos, dejan en entredicho la versión del expresidente de la caja de ahorros respecto a la supuesta ‘normalidad’ de un crédito -renegociado luego por su sucesor, Rodrigo Rato- de 26,5 millones a Gerardo Díaz Ferrán, exdueño de Viajes Marsans y también exconsejero de la propia entidad madrileña, sobre el que tres exdirectivos que declararon la semana pasada como imputados mostraron versiones contradictorias respecto a si eran “adecuadas” o, por el contrario, casi una engañifa las garantías aportadas por el polémico empresario.

También se han conseguido documentos que han levantado las sospechas sobre la compra del City National Bank of Florida, en la que según el instructor se produjeron perdidas de “más de 500 millones de euros” para la caja madrileña. Sin embargo, según la venta de la entidad estadounidense al BCI chileno culminada la semana pasada por los gestores actuales de Bankia, tal merma sería ‘sólo’ de 150 millones –se pagaron un total de 833 millones de euros (al cambio de dólar en la época) por el banco estadounidense y finalmente se han obtenido 683 millones por él-, cifras que respaldarían una posible exculpación de Blesa por esta operación concreta, aunque de ella también se sospecha que pudo haber un uso de información privilegiada por parte del exfinanciero para sacar tajada en la Bolsa.

Posible delito continuado

El juez Silva advierte, además, de que de no decretar el secreto en este momento se podrían “generar interferencias o manipulaciones” de posibles pruebas por parte del expresidente de Caja Madrid, un riesgo que basa tanto en la naturaleza de los delitos perseguidos –administración desleal, apropiación indebida y falsedad en documento público- como en la “posibilidad” de que los mismos se hubieran cometido (supuestamente por Blesa) “de forma continuada durante años, abarcando así otros créditos que encaje en el mismo desarrollo criminal evidenciado” en el préstamo otorgado a Díaz Ferrán. Y todo ello sin olvidar el propio “carácter” sensible de las diligencias que “deben practicarse”, la situación en que se encuentra actualmente la instrucción y “el amplio espectro potencial de perjuicios inferidos a una entidad de la relevancia de Caja Madrid”.

“Las peculiaridades contextuales inherentes” a los hechos que se investigan –que no concreta, aunque parecen obvias a la vista de la alarma social que ha podido causar, con el innegable efecto ‘altavoz’ que tuvo el ingreso en prisión de Blesa durante apenas 24 horas (salió en libertad provisional tras abonar una fianza de 2,5 millones de euros), junto

que también ha dado este lunes traslado a la Fiscalía y al resto de acusados (hay media docena de exdirectivos de Caja Madrid imputados en el caso) de la recusación presentada contra el por la defensa de Blesa ante su “manifiesta pérdida de imparcialidad y enemistad” respecto al exfinanciero