Revueltas del mundo árabE

«Es una sentencia jurídicamente insensata y politicamente oportuna»

El ex presidente Ben Alí, condenado a 35 años de cárcel por corrupción y malversación de fondos, arremte desde su exilio en Paris contra un proceso que plantea "muchas incógnitas"

TÚNEZ Actualizado: Guardar
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El depuesto presidente tunecino Zine El Abidine BenAlí calificó la condena de 35 años de cárcel que le ha impuesto en rebeldía un tribunal de Túnez por malversación de fondos públicos como "jurídicamente insensata pero políticamente oportuna".

Así lo hizo saber en París a los medios galos el abogado del expresidente tunecino, el francés Jean-Yves Le Borgne, mediante un comunicado. "Tras menos de dos horas de audiencia, seguidas de una deliberación que rápidamente ha suscitado interrogantes, el tribunal (de primera instancia de Túnez) ha anunciado una pena jurídicamente insensata pero políticamente oportuna", declaró el expresidente en el comunicado publicado por la edición digital de "Le Figaro".

Ben Ali, quien se ha exiliado a Arabia Saudí junto con su esposa, agregó que "al término de una parodia de justicia, cuyo único mérito fue la brevedad", se le impuso una pena para eliminarle."Esta fórmula de liquidación política, confiada a la justicia de los vencedores, expresa el odio ciego del pasado que no tapa bien la ausencia de cualquier visión de futuro", prosigue.

No obstante, Ben Ali mantiene la esperanza de que "pronto se recupere la serenidad, que se reinstale la concordia nacional y que Túnez se comprometa de nuevo con el camino de la modernidad", concluye el texto.Ben Ali, que recibió la misma sentencia que su esposa, Leila Trabelsi, también fue sentenciado a pagar un total de 45 millones de euros.

En este proceso -el primero de este tipo en la historia del mundo árabe- se juzga a Ben Alí por descubrirse en uno de sus palacios, después de que huyera, importantes sumas de dinero y joyas de gran valor. Además, el próximo 30 de junio se juzgará al expresidente por posesión de armas y consumo y tráfico de estupefacientes.En total, el hombre que dirigió Túnez durante 23 años, hasta las revueltas populares en su contra que propiciaron su caída el pasado 14 de enero, se le acusa de 93 cargos.