baloncesto | europeo femenino

España resiste el intento de sorpresa polaco

La selección de José Ignacio Hernández accede a la siguiente fase de grupos tras permitir demasiadas ventajas a su rival

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Con más sudor del necesario, con más esfuerzo del deseado y con algunas fases de desconcentración, la selección española sumó su segunda victoria en el Eurobasket femenino y consiguió el pase a la siguiente fase. De nuevo sin Amaya Valdemoro -lesionada-, Sancho Lyttle decidió mientras su físico aguantó y las veteranas del combinado ahuyentaron las inseguridades de un choque que se decidió en los minutos finales.

Comenzó la selección española muy alejada de su teórica superioridad ante las anfitrionas por los numerosos errores en los pases interiores, la superioridad reboteadora de las polacas y la falta de lucidez para aprovechar los errores locales. Así, Ewelyna Kobryn alzó a las locales con siete rebotes y ocho puntos para evitar la previsible primacía de unas españolas en las que solo Alba Torrens respondió en el primer cuarto.

Para el segundo período José Ignacio Hernández consiguió que sus pupilas aumentaran su eficacia defensiva y corrigieran los tiros precipitados que concluían en malos porcentajes (36% en tiros de campo). Con Sancho Lyttle en sus mejores momentos (14 puntos y ocho capturas), las españolas abrieron brecha en el marcador con un parcial de 8-0 para consolidar su ventaja antes del descanso (31-37).

Con la ventaja y el partido encauzado las polacas remontaron (41-39) a fuerza de su estrella, Kobryn, el gran apoyo de su pabellón y un espectacular acierto en los triples (40% de aciertos). Lyttle no podía contestar porque el cansancio le restaba fiabilidad y las anfitrionas aprovecharon la debilidad. Así, la pérdida de la iniciativa supuso un golpe psicológico para el equipo español, que perdió la fluidez en el juego de ataque y la concentración en defensa durante varios minutos. La única medida que funcionó fue la llamada a la veteranía para resolver el momento delicado. Palau, Montañana y Pascua apretaron los dientes y se agarraron al partido como si fuera el último bote salvavidas para impedir el despegue de las polacas (50-45).

Seriedad y concentración

Con todo por decidir (50-50) se inició el último período. La seriedad y la concentración dominaron el discurso de las españolas en el momento más necesario. Con aportaciones colectivas en ataque y menos riesgos para reducir las pérdidas presionaron la confianza de sus rivales. Las ventajas regresaron de la mano de Elisa Aguilar, Torrens y Xargay con la única respuesta de los triples polacos hasta que las hispanas redujeron el elevado tiro exterior rival (un 41% a ocho minutos del final). Respiraron las españolas en esos instantes con las canastas de Torrens, Palau, Xargay y Montañana para apuntalar un triunfo que se había complicado en demasía.

Letonia, Croacia y Francia serán los siguientes rivales de España en la segunda fase de grupos que se iniciará el miércoles.

Las de Hernández cuentan con un triunfo y deben clasificarse entre las cuatro primeras para acceder a los cuartos de final. La seguridad demostrada en el partido poco inspirado ante Polonia debe haber servido para fomentar la confianza del grupo, para superar futuros obstáculos más difíciles en el campeonato.