La retuvieron durante 18 años

Cadena perpetua por el secuestro de una niña

Philip Garrido fue condenado a 431 años y su esposa, deberá cumplir otros 36 en prisión

LOs ÁNGELES Actualizado: Guardar
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El matrimonio acusado del secuestro en 1991 de Jaycee Lee Dugard, a quien mantuvieron en cautiverio durante 18 años, fue sentenciado a una pena de 431 años de cárcel para Philip Garrido y otros 36 para su esposa, Nancy, informó la prensa local. Los Garrido, que a finales de abril se proclamaron culpables de los cargos formulados contra ellos (violación, actos lascivos y secuestro con fines sexuales, entre ellos), recibieron hoy de forma oficial sus condenas. Durante el cautiverio de Dugard, la víctima dio a luz a dos bebés, cuya paternidad corresponde a Phillip Garrido.

El fiscal de distrito del condado de El Dorado, Vern Pierson, describió al acusado como "un depredador sexual que robó la infancia y la inocencia a una niña de 11 años", cuyas acciones provocaron "constantes pesadillas a su madre, Terry Probyn, durante 18 años". Por su parte el juez encargado del caso, Douglas Phimister, explicó que los acusados "no tienen alma". "Lo que hicisteis va más allá de lo horrible. Espero que penséis largo y tendido sobre lo que habéis hecho". Terry Probyn, la madre de Dugard, secuestrada desde los 11 hasta los 29 años, leyó en la corte un comunicado escrito por su hija: "A Phillip Garrido: odié cada segundo de cada día de esos 18 años por las perversiones sexuales que empleaste conmigo. A ti, Nancy, no tengo nada que decirte". En el mensaje hacia su captor, Dugard añadió que sus acciones fueron "criminales" y consideró que le habían "robado la vida".

Probyn, tras leer las palabras de su hija, añadió por su propia cuenta: "Durante 18 años podía oirla llorar, no con mis oídos, pero sí con el corazón. Podía sentir su dolor, no con mi cuerpo, pero sí con el corazón. He vivido un infierno en la Tierra. Fuisteis vosotros, Nancy y Philip Garrido, quienes me rompisteis el corazón". La mujer fue raptada en 1991 en plena calle, al sur de South Lake Tahoe (California) y ante los ojos de su padrastro.

Un sospechoso habitual

Dugard se presentó en una comisaría para identificarse y denunciar los hechos en agosto de 2009. Desde el arresto de la pareja, las autoridades revelaron que seguían las pesquisas del acusado desde hace años y que éste había sido puesto en libertad bajo fianza hasta en cinco ocasiones. Admitieron, asimismo, que dejaron pasar oportunidades para reconocer a la desaparecida. En respuesta a ello, la Asamblea de California acordó el pago de 20 millones de dólares a Dugard después de que exigiera una compensación económica al acusar al Estado de negligencia.

Muchos se cuestionaron cómo fue posible que las personas encargadas de seguir al sospechoso nunca dieran con la zona oculta en la parte posterior del jardín de la vivienda de la pareja, en Antioch (California), donde la víctima y sus hijas pasaban la mayor parte del tiempo.