El Madrid mete miedo

Aunque el Barça está, como mucho, a solo dos victorias y un empate de revalidar el título de Liga y podría cantar el alirón el sábado 7 de mayo en el Camp Nou en el derbi frente al Espanyol, es el Real Madrid el que ahora se encuentra más fuerte psicológicamente para afrontar las semifinales de la Copa de Europa. Revitalizado en el terreno anímico, con mejor plantilla y con menos problemas físicos que el Barcelona, el Madrid afronta pletórico la obsesión de la 'décima', su mayor desafío de los últimos ocho años, tras caer en las 'semis' de 2003, mientras que los azulgrana han dado un paso atrás, si no deportivo, sí mental.

José Mourinho ha encontrado la medicina contra el Barça, ha conseguido llevar la eliminatoria europea a su terreno y la situación ha dado tal vuelco en una semana que ahora son los blancos los que meten miedo y los azulgrana los que se muestran precavidos.

El fútbol sigue siendo blaugrana, pero la moral es blanca. El balón y el toque son del Barça, pero el Madrid, con Pepe como innegociable 'todocampista', dispone de las armas de destrucción, y con tres futbolistas de ataque recuperados para la causa (Higuaín, Kaká y Benzema) contra un enemigo con dificultades en defensa, con las dudas de Puyol, Maxwell y Milito y las ausencias de, aparte de Bojan, de Abidal y Adriano. Alarma en el lateral izquierdo frente a Cristiano Ronaldo, aunque el crack portugués se mueve en todo el frente ofensivo, Özil o Di María. Las bajas blancas 'solo' serán Carvalho y Khedira, aunque la del veterano central portugués que cederá su plaza a Albiol es importante. El Madrid, al menos hasta el miércoles en el Bernabéu, ahora no es el "ratón" del que hablaba Di Stéfano, ni el Barça el "león", porque la final de Copa se ha encargado de acabar con esos calificativos, igual que la estrategia de contención de Mourinho arruinó la filosofía de Guardiola y los suyos en Mestalla.

Consciente del gran momento que atraviesa este Madrid que ha recuperado la autoestima en la fase decisiva, cuando está en juego el gran título para el que se fichó a Mourinho, incluso Pep Guardiola, a pesar de la superioridad de los suyos, para quitar presión al Barça ha concedido el papel de favorito al eterno rival.

Con el técnico portugués enfrente, no parece tener tanta importancia que el Barcelona disponga de ventaja de campo en las semifinales. Para Mourinho, un empate sin goles en casa en el partido de ida de una eliminatoria europea es "un buen resultado", como advirtió en vísperas de los cuartos ante el Tottenham. Incluso el 1-1. Y más, tratándose del mejor Barcelona de la historia. La pasada temporada, con el Inter, acabó con el Barça en las 'semis' con un 3-1 en la ida en San Siro y una derrota por 1-0 en el Camp Nou, donde los italianos resistieron, no sin fortuna, por un gol anulado a Bojan por una mano de Keita. La misma suerte de los campeones que tuvo el Madrid el pasado miércoles en la final copera con el tanto anulado a Pedro por milímetros.

"Es el peor partido"

Tras la exhibición de los suplentes en el sorprendente 'set' (3-6) ante el apático Valencia, con una lección de contraataque del Madrid, Mourinho ya ve a su equipo "capaz de ganar en cualquier campo con cualquier jugador que ponga", porque los blancos están a tope, aunque no hay que olvidar que en la segunda mitad de la final de Copa sus futbolistas demostraron estar fundidos físicamente, hasta que el gol de Cristiano les devolvió la vida. "El Madrid está muy fuerte y es el peor rival que nos podía tocar en estos momentos", reconoció este domingo Sergio Busquets, que apela a no renunciar al estilo del Barça y "a jugar como en la segunda parte de Mestalla".

El centrocampista catalán avisa que el equipo "debe mejorar" y no oculta que el Barça, con menos fondo de armario que el Madrid, y con la necesidad de recurrir a Iniesta, Messi y Xavi para sentenciar el sábado a Osasuna, acumula ya "muchos partidos y muchos minutos, aunque el cansancio no importa y no es ninguna excusa". Para los titulares del último partido liguero hubo este domingo trabajo de recuperación, en una sesión en la que Puyol, víctima de una contractura en los isquiotibiales que sufrió en el 1-1 ante el Madrid, continuó con su trabajo específico de recuperación para intentar llegar al Bernabéu. Su presencia se presume clave ante las contras madridistas, y para potenciar la moral del grupo. El Madrid también entrenó por la mañana a puerta cerrada, y volverá a hacerlo este lunes por la tarde. Mourinho ya dio el sábado descanso en el campo a quienes lo necesitaban, y la jugada volvió a salirle redonda.