Rehabilitar la casa de la playa también desgravará en el IRPF

Al final se han impuesto las demandas de las empresas de rehabilitación y, sobre todo, la necesidad de dar oxígeno al marchito sector de la construcción. El Gobierno ha decidido ampliar los márgenes que estableció el pasado año, en el marco del Pacto de Zurbano, en las ventajas fiscales concedidas -de forma extraordinaria y temporal- a las obras de reforma y mejora de la eficiencia energética en los hogares. La gran novedad, más allá de que rentas más altas podrán también beneficiarse en su declaración, es que la mejora de las segundas residencias también tendrá 'premio' a la hora de cumplir con el fisco.

En definitiva, que la remodelación del piso de la playa o de ese otro que se tiene alquilado ahora también tiene su aliciente. No valdrán, eso sí, las mejoras en fincas afectas a actividades económicas (oficinas) del declarante. Por ahora no se conocen todos los detalles del nuevo marco, que se aclararán la próxima semana, aunque fuentes del Ministerio de Economía sostienen que al ampliar el abanico se permite que hasta un 97% de los contribuyentes se pueda beneficiar de los cambios.

El Consejo de Ministros acordó este viernes mejorar el escenario de ventajas tributarias de la rehabilitación, elevando rentas máximas y porcentajes de descuento. Así, si hasta ahora la deducción en el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) era del 10%, ese ratio se eleva al 20% del dinero invertido en obras y reparaciones domésticas con un límite anual de deducción de 6.750 euros (antes era de 4.000 euros).

Esto significa, afirma Economía, que la deducción anual máxima de que se pueda beneficiar un contribuyente sea de 1.350 euros (el 20% de 6.750), "lo que permite equiparar el este límite con el existente por inversión en vivienda". Además, el límite plurianual (la parte del coste que en distintas declaraciones podremos deducirnos) pasa de 12.000 a 20.000 euros, lo que permite ya plantearse esta opción para obras de cierta envergadura.

Una de las claves del nuevo escenario es rango de rentas brutas máximas anuales que pueden lucir las personas que quieran aprovecharse de la deducción. El modelo inicial limitaba la base imponible a 33.007 euros para aquellos que podrían aprovechar todo el descuento.

Desde ese nivel, la deducción se reducía progresivamente hasta desaparecer en los 53.007 euros. Ahora, para 'captar' a la gente con más posibilidades económicas y, por ende, con más disposición aparente a dar el paso de rehabilitar sus casas, las rentas de hasta 53.007 euros podrán aplicarse el 20% de deducción, que disminuirá progresivamente para quedarse en cero a partir de 71.007 euros. Eso hace que sólo un 3% de todos los contribuyentes (los más ricos) queden fuera del programa.

Guardar la factura

Las actuaciones amparadas han de responder a los criterios ya establecidos: eficiencia energética y del uso del agua, accesibilidad e instalación de infraestructuras para el acceso a internet o a la televisión terrestre digital. Fuera se quedan las operaciones que afecten a garajes, jardines, parques, piscinas y elementos deportivos y análogos. La deducción sigue teniendo el mismo límite temporal (obras realizadas y cantidades satisfechas), el 31 de diciembre de 2012.

El derecho comporta la obligación de aportar factura detallada, incluyendo el desglose del IVA, que en muchos de los casos será el reducido del 8%. Los medios de pago de esas obras siguen teniendo que 'dejar rastro', con lo que sólo valen las tarjetas de crédito, las transferencias bancarias, los cheques nominativos o los ingresos en cuenta. Las cantidades no deducidas se arrastrarán a años posteriores. Esta ventaja es incompatible con la deducción por inversión en vivienda cuando se trata de obras susceptibles de acogerse a ambos incentivos, de manea que sólo de podrá aplicar uno de ellos.