españa ante la crisis

El 'abc' de las pruebas de solvencia

MADRID Actualizado: Guardar
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-¿Por qué se realizan pruebas de solvencia?

Las pruebas de solvencia, también conocidas como 'test de estrés', se han llevado a cabo para divulgar la situación real de las entidades de crédito europeas. Tras un largo periodo de crisis financiera y ante la expectativa de que los efectos de la recesión deterioren aún más su negocio, las agencias de calificación penalizaron a las instituciones españolas, entre otras. Con la caída de la actividad empresarial, el aumento del paro, el desplome del inmobiliario y el frenazo del consumo han aumentado con rapidez los impagados y se recortan los márgenes de beneficio. Unos tipos de interés históricamente bajos también contribuyen a la reducción de las ganancias. La rebaja de la 'nota' tuvo nefastas consecuencias, porque los inversores venden sus títulos bancarios al pensar que algunas instituciones podrían entrar en pérdidas. La desconfianza volvió a reinar en el mercado interbancario, donde las entidades se prestan dinero unas a otras. Y las autoridades decidieron combatir las tormentas de los mercados, la ausencia de liquidez y el cierre del grifo del crédito con un ejercicio de transparencia.

-¿Cómo se han elegido las entidades?

El Comité de Supervisores Bancarios Europeos y los bancos centrales pensaron inicialmente en examinar a las 25 mayores instituciones de crédito de la UE. España, tras sufrir violentos ataques especulativos, presionó con el anuncio de que pensaba someter a las pruebas de resistencia a la práctica totalidad de su sistema financiero -cuando el requerimiento era alcanzar el 60% del sector- y publicar los resultados. La selección final suma 91 entidades, entre ellas 27 españolas (incluidos los grupos recién fusionados) y 14 alemanas. Cada banco central o supervisor nacional es el encargado de difundir los datos de las instituciones con sede en su territorio. El Banco de España se mostró dispuesto a exponer a conocimiento público el máximo de información, para desactivar la rumorología.

-¿En qué ha consistido el examen?

Bancos y cajas de ahorro europeas han reflejado en un cuestionario la evolución que experimentaría su capital básico (capital, reservas y acciones preferentes o cuotas participativas) al tener que hacer frente al aumento de riesgo de los créditos concedidos y de otras inversiones si la coyuntura económica empeora. A esta relación se le denomina Tier I en el lenguaje especializado, y debe alcanzar un nivel del 6%. El punto de partida de las pruebas consiste en calcular los impagos que puede experimentar una entidad en los créditos concedidos si el Producto Interior Bruto se desploma, la tasa de paro sigue su escalada y el precio de la vivienda sufre un mayor descalabro. Si todo fuera a peor ¿cuánto aumentarían la morosidad y las pérdidas esperadas de un banco o caja?. A continuación se comparan esos 'números rojos' con las provisiones y, si resultan insuficientes, se echa mano de la previsión de resultados generados.

-¿Cómo se calcula la necesidad de capital?

Si los beneficios tampoco alcanzan, ni se pueden obtener plusvalías de la venta de distintas propiedades (acciones de empresas participadas, red de oficinas, presencia en otros negocios) para cubrir la diferencia habría que echar mano de los recursos propios. Puesto que hay un requerimiento mínimo del 6% que las entidades están obligadas a respetar, a cada banco o caja en estas circunstancias se le recomienda fortalecer el capital en la cantidad correspondiente.

-¿Qué circunstancias se han previsto?

Para cada país han sido diferentes y las españolas han sido mucho más rigurosas. Un primer escenario calcula las cuentas y balances de las entidades sobre la base de las previsiones macroeconómicas de la Comisión Europea, pero con mayor tensión.

Así, en el caso de las cajas de ahorro se ha previsto una caída del margen de explotación del 35%. A continuación se realiza esa misma estimación para el caso de que el Producto Interior Bruto registrara un descenso de 2,6 puntos acumulados este año y el próximo, adicionales a los 3,6 puntos de caída sufridos en 2009. A modo de comparación para el promedio europeo se estimó un retroceso del PIB de apenas el 0,5% y el 0,2% respectivamente. Y finalmente se toma en cuenta la posibilidad de una nueva crisis de la deuda soberana con estimaciones distintas en los países considerados más vulnerables de la Unión. Los bancos y cajas que tienen esos títulos en sus carteras perderían parte de su valor.

-¿En qué situación llegaron las entidades al examen?

Algunas instituciones europeas sometidas a las pruebas han recibido cuantiosas ayudas. En el caso de las españolas, el examen se ha realizado sobre los grupos de cajas ya en proceso de fusión y buena parte de ellos han solicitado recursos del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB). Por eso, algunos bancos nacionales reclaman que los resultados del test dejen muy claras las diferentes circunstancias y destaquen la posición de las entidades que no han necesitado un euro de recursos públicos ni siquiera en forma de préstamo reintegrable.

-¿Qué consecuencias tiene suspender la prueba?

Las entidades que presentan necesidades de capital adicional tendrán que captarlo en el mercado, pero también pueden recurrir al FROB, porque Bruselas ha prorrogado esta opción hasta el 31 de diciembre. Por eso era tan importante poner en marcha los cambios en la regulación de las cajas de ahorros, que por su naturaleza no disponen de accionistas, y que ahora tienen a su alcance mecanismos suficientes para reforzar sus recursos básicos a través de las nuevas cuotas participativas, la constitución de filiales bancarias o de los nuevos Sistemas Instituciones de Protección o 'fusiones frías', cuya cabecera es una sociedad anónima.